Los hogares españoles desechan 25 millones de kilos de alimentos a la semana

Los hogares españoles desechan semanalmente 25,5 millones de kilos de alimentos, lo que suma un total anual de 1.329,5 millones de kilos que terminan en la basura. Esta cifra supone el 4,5% sobre el total de los alimentos comprados. Así se desprende del primer Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares, publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el marco de su estrategia «Más alimento, menos desperdicio».

El estudio permite cuantificar los alimentos sin procesar que se desechan por deterioro o caducidad, y los cocinados que se eliminan por sobrar o por deterioro. Además, no se desperdicia en la misma proporción lo que se compra, existiendo diferencias significativas por productos. Así, ocho de cada diez hogares tiran alimentos a la basura (sin procesar) por no considerarlos en buen estado.

Por tanto, solo dos de cada diez hogares utilizan todo lo que compran. Frutas (27,6%), verduras (15,1%) y pan fresco (5,4%) son los alimentos más desechados, representando el 48,1% del volumen de desperdicios. En cambio, las carnes frescas o congeladas y los productos envasados son los que menos se tiran a la basura.

Consumir en la mesa

Menor es el desperdicio de alimentos una vez preparado el producto. De esta forma, tres de cada diez hogares tiran parte de las recetas que preparan a la basura, siendo mayor la cantidad que se desperdicia directamente desde la nevera que la que se desperdicia por no consumirse en la mesa. Asimismo, la estacionalidad se hace patente: tanto en ingredientes sin cocinar, como en platos preparados. En primavera-verano se desperdicia un 9,4% más que en otoño-invierno.

Al mismo tiempo que hacía público los resultados de este estudio para cuantificar el desperdicio a lo largo de toda la cadena alimentaria, el director general de la industria alimentaria del Ministerio, Fernando Burgaz, presentó un protocolo para evaluar el desperdicio de alimentos que incluye una guía de buenas prácticas para evitarlo. Los resultados del informe se actualizarán cada seis meses, lo que permitirá conocer la evolución del desperdicio en los hogares.