El estudio, de la Universidad de Barcelona, identifica los patrones de personalidad de los jóvenes que participan en un botellón
El estudio, de la Universidad de Barcelona, identifica los patrones de personalidad de los jóvenes que participan en un botellón - MAYA BALANYA

Las chicas que practican el botellón son más ansiosas y los chicos más impulsivos, según un estudio de la UB

La investigación revela también que los jóvenes que practican este consumo abusivo de alcohol «son más propensas a tener problemas académicos y relaciones sexuales de alto riesgo»

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Las causas del botellón son diversas y el perfil de los jóvenes que lo practican varía en función del sexo. Según un estudio de la Universidad de Barcelona (UB), publicado en «Drug and Alcohol Dependence», las chicas que practican este consumo abusivo de alcohol son ansiosas y los chicos impulsivos.

El trabajo, coordinado por Ana Adan, profesora del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la UB y miembro del Instituto de Neurociencias, ha identificado los patrones de personalidad de jóvenes universitarios que participan en este tipo de conducta y ha constatado diferencias entre sexos. Según la investigación, las mujeres que practican botellón tienen una personalidad caracterizada por un nivel elevado de neuroticismo-ansiedad y los hombres por una elevada impulsividad-expulsión de sensaciones.

«El consumo intensivo de alcohol es multicausal, pero nuestros datos indican que las mujeres obtendrían con la bebida un refuerzo más emocional, mientras que el refuerzo en los hombres estaría relacionado con la reducción de la tensión vinculada con la impulsividad», precisa Adan. La experta destaca la importancia de estos datos de cara a «profundizar más en los factores de riesgo de este tipo de prácticas y, de este modo, favorecer el diseño de programas personalizados de prevención y tratamiento de este problema de salud pública».

«La identificación de estas características de la personalidad es útil de cara a futuros estudios sobre relaciones entre otros factores de riesgo biológico (polimorfismos genéticos, actividad cerebral o neurocognición) y este tipo de conductas de riesgo», apunta Adan. En este sentido, avanza que el equipo de la UB ya está trabajando en el análisis de los efectos neurocognitivos del consumo intensivo de alcohol.

El 35 por ciento de los hombres y el 20 por ciento de las mujeres de entre 20 y 24 años practican botellón

Se calcula que en España el 35 por ciento de los hombres y el 20 por ciento de las mujeres de 20 a 24 años incurren en este consumo abusivo de alcochol -beber cinco o más bebidas alcohólicas, en el caso de los chicos, o cuatro o más, en las chicas, en un período aproximado de dos horas-.

El consumo intensivo de alcohol suele comenzar alrededor de los trece años, tiende a aumentar durante la adolescencia, con un pico en la edad adulta (entre 18 y 22 años), y luego disminuye gradualmente: «Por tanto, el abandono de esta práctica será más fácil para las personas que no tengan estos perfiles de personalidad que hemos detectado, mientras que será más complicado para las personas que tengan una personalidad más impulsiva o ansiosa, que podrían llegar a desarrollar un trastorno adictivo u otras patologías mentales graves», ha sostenido la especialista.

Trastornos psicológicos en la edad adulta

El estudio revela, asimismo, que la práctica del botellón se relaciona con una percepción baja del riesgo respecto al consumo de alcohol, y también se vincula con el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos en la edad adulta.

Asimismo, las personas que siguen estas conductas son, según la investigación de la UB, «más propensas a conducir bajo los efectos de las drogas y a sufir sobredosis de alcohol, problemas académicos, o relaciones sexuales de alto riesgo».

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