La Zona Franca de Sevilla busca alianzas con las del resto de España

La Zona Franca de Sevilla necesita ser conocida y salir al exterior para fortalecer su posición. Ese es uno de los primeros objetivos de este desarrollo inicial desde que se formalizó la autorización hace algo más de tres años. Y para ello se va a apoyar en sus hermanas mayores, con más experiencia y más trayectoria con las que trabajará en una estrategia conjunta para conseguir promoción y atraer empresas. El recinto hispalense se ha sumado a esta iniciativa en un encuentro que se celebró el pasado miércoles en la Cámara de Comercio de Madrid. De él ha salido el compromiso de generar sinergias entre unas y otras, compartir espacios conjuntos y fortalecer la marca España.

El foro es especialmente favorable al consorcio hispalense, del que el delegado especial del Estado, Javier Landa, destaca la «visibilidad» que le proporciona a Sevilla.

«Cuanto más nos conozcan, mucho mejor y además nos permite trabajar juntos y aprender de los otros», destaca. Esta será la primera cita a la que acuda junto a los responsables de las zonas francas de Barcelona, Vigo, Cádiz, Tenerife, Las Palmas y también Santander que también es de nueva creación. Lejos de la competencia feroz que se les presupone por la cercanía territorial, Landa destaca el buen tono y el apoyo que ha recibido, especialmente del recinto gaditano, que es el más próximo. «Al principio estuve en permanente contacto con ellos y me orientaron mucho. Ahora podemos trabajar juntos», indica tras esta primera experiencia.

Este espacio de trabajo común permitirá abordar asuntos como las distintas vías de inversión, medidas de apoyo a empresas, servicios que ofrecer o campañas conjuntas para acudir a ferias, congresos o salones de logística en los que se pueda dar a conocer las ventajas y la función que desempeñan las zonas francas.

«Nosotros, por nuestra cuenta, también queremos trabajar el posicionamiento internacional que otras ya tienen más desarrollado», avanza el delegado del Consorcio de Sevilla. Para ello ha iniciado contactos con el Instituto de Comercio Exterior y de una manera más intensa con la Dirección General de Fondos Europeos para conseguir más financiación.

Desde luego el reto no es fácil. Javier Landa se ha marcado la meta de conseguir entre 20 y 25 empresas que se instalen en el recinto de aquí a cuatro años. Explica que «hay interés, pero las negociaciones son lentas y el proceso es mucho más amplio de lo que se piensa». «Esto no es cerrar un acuerdo hoy y mañana empezar a poner ladrillos. Hay que ver qué necesidades tienen las compañías y qué servicios podemos ofrecerles, pero veremos resultados», indica.