El turismo genera el 28% del empleo de Sevilla y la industria sólo el 12%

El nuevo plan estratégico de Sevilla se elaborará a partir de las carencias detectadas en un estudio que denuncia la gran desindustrialización local

Turistas en el centro de Sevilla RAUL DOBLADO

ALBERTO GARCÍA REYES

El Plan Estratégico 2030 que han pactado las administraciones públicas y los agentes económicos de Sevilla con el objetivo de convertir a la capital andaluza en la gran «smart city» del Sur de Europa, como adelantó ayer este periódico, se elaborará detalladamente a partir de un estudio sobre el estado de la ciudad en el que se diagnostican las principales carencias que sufre en este momento y que indican una tendencia a la baja en el sector industrial. Este análisis, titulado «Sevilla en el sistema mundial de ciudades», hace especial hincapié en el decrecimiento paulatino del Producto Interior Bruto de la provincia, que alcanzó su suelo en el año 2013 con 3,5 puntos negativos. Este desplome se ha debido fundamentalmente a la crisis económica, pero la capital no ha logrado recuperarse de él en estos tres años de crecimiento nacional.

El diagnóstico del Plan Estratégico se pregunta cuáles son las razones de esta mala situación económica y la respuesta está en la desindustrialización local. En el apartado «Evolución de los sectores económicos», el estudio analiza la incidencia de la crisis en la estructura productiva a partir del número de empresas dadas de alta en la cudad desde el año 2010. Más de la mitad se dedican a los servicios sanitarios y educativos y el resto del tejido productivo se concentra en el comercio y la hostelería. La industria y la energía son ocupaciones residuales.

Esto se confirma en un cuadrante que recoge la distribución de los empleados fijos que hay en Sevilla por sectores. El 28 por ciento vive del turismo y sólo el 12 lo hace de la industria. En términos absolutos, el documento asegura que existen 10.397 empresas de turismo frente a sólo 928 de Tecnologías de la Información y economía digital. Y, sin embargo, estos datos son los mejores de las grandes áreas metropolitanas de Andalucía. Según el informe, estos resultados «apuntan a que el área metropolitana de Sevilla, en su conjunto, tiene una mayor masa crítica para la especialización relativa con respecto a la media andaluza en las prioridades de tecnologías de la información, energías renovables y eficiencia energética» a pesar de que las prioridades actuales son «bienestar, turismo y construcción», por este orden.

Por todo ello, el diagnóstico indica que Sevilla tiene un gran potencial de crecimiento en el desarrollo de la industria gráfica, la logística y la tecnológica. Además, se incluye un estudio realizado por la Universidad de Navarra titulado «Índice Cities in Motion» en el que se analiza la situación de 181 ciudades del mundo en cuanto a sus potencialidades tecnológicas. Sevilla ocupa el puesto 67, pero en España sólo es superada por Barcelona y Madrid. Sin embargo, estos datos no se han traducido en una mejora de la economía industrial, que sigue absolutamente estancada. Hay un dato esclarecedor a este respecto: en 2016 se registraron en Sevilla 1469 empresas nuevas en el sector servicios; en la construcción se abrieron 310 sociedades; y en la industria sólo 85.

En este punto, el estudio aporta un dato que también se considera clave para el futuro de la ciudad: la actual población censada aquí está envejecida. Es más, la proyección que se espera hasta 2040 es que esta tendencia empeore, ya que ahora el mayor porcentaje de la población tiene una edad que escina entre los 35 y los 50 años, pero en dos décadas el grueso de los sevillanos tendrá entre 60 y 75 años, mientras que el núcleo demográfico más endeble será el de personas menores de 20 años. La única forma de sostener económicamente esta deriva es la creación de empleo altamente cualificado para multiplicar la renta per cápita. Y eso no se consigue apostando por el sector servicios exclusivamente. Hay que industrializar la capital a toda costa y aprovechar la amplia disponibilidad de personas con alta formación. En esto el Plan Estratégico también es esperanzador, ya que en la actualidad las universidades sevillanas están formando a 68.000 personas para altas titulaciones. El reto, por tanto, consiste en evitar el exilio laboral, aprovechar ese recurso para generar riqueza aquí y no exportar la mano de obra cualificada.

Ante esta exposición, todos los componentes del Plan Estratégico han acordado comenzar a trabajar en esa dirección para diseñar un proyecto que pueda empezar a ejecutarse en noviembre de este año y que tendrá su próxima cita el 23 de mayo en el edificio CREA con una conferencia del alcalde, Juan Espadas, en la que explicará todos los detalles del modelo de ciudad del futuro.

En esta convocatoria, Espadas explicará también el desarrollo urbanístico de Sevilla para la próxima década, que crecerá principalmente por la zona Este en dirección a Alcalá de Guadaíra, y todas las iniciativas de integración social y de vivienda pública que están previstas en el plan.

El camino no ha hecho más que empezar y de momento sólo hay un documento de partida, pero los objetivos están ya trazados. No obstante, los agentes económicos sevillanos consultados por este periódico muestran todavía cierto escepticismo, ya que la experiencia con el anterior Plan Estratégico elaborado por Alfredo Sánchez Monteseirín con miras al año 2020. El objetivo principal que se marcó el socialista fue lograr el pleno empleo en 2012 y a medio plazo crear 75.000 nuevos puestos de trabajo. Falta un año y medio para llegar a la fecha prevista y no se ha logrado nada.

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