poster Vídeo
El maestro Rodríguez, en plena elaboración del puro - J.M. SERRANO
UNA TRADICIÓN DE SIGLOS

Cómo se elaboran los mejores puros del mundo

El maestro tabaquero dominicano Alexis Rodríguez muestra en Sevilla su destreza torciendo hojas de tabaco hasta convertirlas en los cigarros líderes del mercado

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El principal foco de artesanía tabaquera del mundo, el Caribe, ha abierto una pequeña delegación temporal en Andalucía. Uno de los más destacados maestros tabaqueros del mundo, Alexis Rodríguez, está mostrando esta semana en Sevilla y la próxima en Málaga su gran destreza como torcedor de tabaco y experto en cigarros puros. Demostrando que éstos son algo más que fumar y que sustentan una enorme cultura del puro. De sus 31 años, este maestro lleva ya una docena elaborando cigarros puros en la principal fábrica de su país, República Dominicana, la famosa Tabacalera de García. Que pasa por ser la mayor factoría del mundo en este ámbito. Allí se congregan cada día más de 4.900 operarios, entre ellas su propia mujer, y en ella se formó poco a poco, pasando filtros de selección hasta convertirse en maestro del género.

Llegó «por simple necesidad, pues necesitaba trabajo» y la fábrica estaba cerca de casa, y ha terminado siendo un referente del sector.

La firma pretende ahora promocionar por el resto del mundo una de las marcas que acaba de lanzar, el Vegafina Nicaragua, a base de hojas de cinco tabacos distintos y con un sabor muy potente, y para ello ha llevado a Rodríguez a varios países en los que realiza demostraciones sobre cómo se elabora el producto. «En España existe una importantísima tradición de fumar puros -explica-, que no puede compararse ni mucho menos a fumarse un cigarrillo. El puro es cien por cien natural, no tiene aditivo alguno, y no tiene nada que ver. De hecho, muchos fumadores de puros prácticamene nunca fuman cigarrillos convencionales». En este sentido, Rodríguez rechaza la relativa criminalización de los fumadores. «Quienes fuman son ya adultos --dice--, personas responsables que saben lo que hacen y que conocen las consecuencias de fumar. Por eso pienso que tanta advertencia tan explícita y tanta campaña tan dura son algo excesivas, no hace falta ser tan crudo, en mi opinión. Porque los que son fumadores sigue fumando». Para disfrutar la fumada de un buen puro deben dedicarse unos 45 minutos o hasta una hora, recomienda Rodríguez.

Destaca este maestro el histórico proceso manual que casi no ha variado desde que los españoles llegaran a América. Las hojas se seleccionan por su fortaleza, su combustión y también su aroma. Todo se mezcla de forma que el puro no quede «demasiado repleto» ni vacío, enrollándose después en el llamado «capote» para pasar a colocarlo en la prensadora donde alcanza su forma circular. Después se enrolla la unidad en la capa, una cuestión ya estética para darle buena apariencia. El orden de la liga, que está estrictamente establecido, es fundamental para la correcta combustión del cigarro.

En esta gira promocional, lo que para cualquiera es una exhibición para Rodríguez no es más que la misma labor que desarrolla en la fábrica: elaborar los cigarros buscando, como dice el lema de la compañía, «la mayor calidad del producto y la mayor satisfacción del cliente». Esta firma ha apostado por la calidad como eje de su crecimiento. Y le está funcionando. Con un enorme trabajo de sus empleados, claro está. En una jornada laboral de ocho horas, cada trabajador lía en Tabacalera de García unos 230 puros, si bien la cifra varía en función de la complejidad del puro. Por ejemplo, del Vegafina Nicaragua, hecho con piloto ligero, piloto seco y viso, y que ronda los 4,50 euros, se hacen unos 250 al día; mientras que de otros más complejos cada obrero produce al día entre 90 y 120. Este maestro está cualificado para elaborar todos los tipos que comercializa la compañía e incluso es experto en la plantación y recolección de la hoja. Sus favoritos, los Romeo y Julieta Reserva Real y los llamados White Label, muy demandados en Estados Unidos, el gran receptor del tabaco dominicano, especialmente mientras dura el embargo a Cuba.

Ver los comentarios