Para evitar roncar, la experta recomienda:
El ronquido es una vibración de una parte blanda de nuestro paladar, que aparece en el momento en que dormimos, debido a que los músculos se relajan y vibran al respirar. Aunque no se sabe la causa, sí se han determinado algunos factores que agravan el ronquido, como la obesidad, la ingesta de alcohol, fumar y dormir boca arriba. Sin considerarse una enfermedad, roncar es habitual según pasan los años, o durante el último trimestre de embarazo, y suele perjudicar más a quien duerme al lado de alguien con un potente ronquido.
“El ronquido no afecta a la calidad del vida de la persona durante el día, pero cuando se acompaña de algún otro problema o síntoma que nos advierta que puede haber algo más (como dejar de respirar, mover mucho los brazos o las piernas, levantarse cansado o quedarse dormido durante el día) hay que prestar atención al ronquido, pues podría formar parte de los síntomas de alguna otra enfermedad como puede ser una apnea de sueño, insomnio o cualquier otra enfermedad”, explica la doctora Soledad Alonso, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de Torrejón (Madrid). “En los ronquidos, como ocurre con las enfermedades del sueño, debemos tener como aliada a la pareja, ya que es ella la que puede dar la voz de alarma y advertir algún síntoma más. Ella nos puede explicar muy bien qué le ocurre a su pareja durante la noche”.
Un asunto de pareja
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), roncar a diario o casi diario es muy frecuente, y se calcula que en España el 50% de los hombres y el 25 % de las mujeres roncan más de 5 días a la semana. Pero “si durante el día la persona que ronca se nota cansada, tiene somnolencia o sufre dolores de cabeza frecuentes, se debe consultar al médico de atención primaria, que puede remitir el caso a una unidad de sueño”, advierte la doctora Alonso.
Por otra parte, al contrario que los adultos, no es frecuente que los niños ronquen. “Si eso sucede, se puede deber a que no ha alcanzado la madurez en la vía respiratoria y hay más roce entre las estructuras”, dice la doctora Alonso. “O bien puede tener un problema de apnea del sueño, porque tiene las amígdalas muy grandes y eso provoca no solamente el ronquido sino trastornos a la hora de respirar y un retraso en el desarrollo por este mismo motivo, estos problemas en niños se suelen resolver con cirugía, cosa que en los adultos no ocurre”.
