Gracias a los avances de la robótica aplicada a la neurorrehabilitación se ha podido avanzar en la recuperación de pacientes con daño cerebral y/o medular adquirido. La robótica ha sido diseñada para mejorar aspectos funcionales relacionados con el sistema neuromusculoesquelético, mediante la simulación y reproducción de la marcha fisiológica del individuo. Por ejemplo, el robot Lokomat, que se utiliza en Servicio de Daño Cerebral y Neurorrehabilitación del Hospital Nisa Valencia al Mar, es uno de estos artilugios conocidos como de “naturaleza ortésica”. Se acopla a las extremidades inferiores del paciente y, con ayuda mecánica, reproduce un patrón de marcha normalizado en el que el tronco queda suspendido de manera controlada.
“Mediante un sistema de arneses reduce el peso del propio cuerpo que el paciente tiene que soportar y controla el peso de la carga y la velocidad de la marcha”, asegura Joan Ferri, director Servicio de Neurorrehabilitación y Daño Cerebral de Hospitales Nisa.
En España, 400.000 personas padecen algún tipo de discapacidad tras sufrir un daño cerebral adquirido: alteraciones en las habilidades comunicativas, emocionales, déficits cognitivos. También ve alterado el sistema motor, sufriendo alteraciones del equilibrio, incapacidad para la bipedestación (mantenerse de pie), alteraciones o incapacidad para la marcha, limitaciones en el movimiento de una o varias extremidades, o incluso pérdida del control del tronco y cabeza en situación de reposo. La falta de autonomía influye negativamente en el estado anímico del paciente, lo que podría complicar su recuperación.
Mejores resultados para el paciente
El uso de la robótica en la rehabilitación ha tenido mejores resultados que los procedimientos tradicionales, debido a que permite calcular las cargas que se ejercen sobre el plano de una cinta rodante, de modo que el paciente puede realizar una marcha sin gravedad. El patrón del ejercicio se registra de forma informatizada e individual. “Este aparato puede monitorizar y medir todos los parámetros del ejercicio y de la marcha del afectado”, dice Enrique Noé, director de Investigación del hospital. Esta terapia de locomoción en cinta rodante de entrenamiento se ha convertido en un método estándar para numerosas enfermedades motoras de origen neurológico y en un sistema de rehabilitación para determinados traumatismos severos.
