VídeoNadal celebra su triunfo ante Ferrer. / Afp
'Rafa' Nadal (N.2), defensor del título que ganó seis veces, y 'Nole' Djokovic (N.1), cuatro veces semifinalista, se enfrentan el domingo en Roland Garros por primera vez entre ellos en la final del Abierto de tenis francés con un objetivo común, ganar, y otros 'desafíos' diferentes.
Para el manacorí, de 26 años de edad, se trata de batir el récord de títulos en París que comparte con el mítico sueco Björn Borg, llevándolo a la friolera de siete y con una sola discontinuidad en todas sus participaciones (2009), mientras que para el belgradense, de 24, es cuestión de hacerse con el trofeo por primera vez en su carrera y encadenar cuatro torneos del Gran Slam consecutivos, tarea en la que falló su adversario menos de dos años atrás.
Se especula mucho con la meteorología. Se anuncian lluvias intensas para el domingo, pero también las hubo ayer con un pronóstico muy similar y sólo no se pudo jugar durante casi una hora y media (una interrupción en la semifinal Nadal-Ferrer y el retraso del comienzo entre Djokovic y Federer).
El español, este sábado en conferencia de prensa, dijo al respecto: "Si llueve mañana, capaz que juego el lunes. Tengo que concentrarme igual (...) Pero si hay interrupciones serán las mismas para los dos".
"¿Presión extra por estar en mi séptima final? ¡No! Precisamente, lo más importante es estar en la final", añadió.
Para luego explicar sus sensaciones. "No puedo estar relajado contra el número uno mundial. Lo de ayer (ante Ferrer) confirmó que estoy jugando bien. Lo voy a tener difícil mañana, con nuevas dificultades, pero intentaré jugar lo mejor posible (...) El de mañana será otro partido. Volvemos a enfrentarnos con Novak, como muchas veces en nuestras carreras. Hay una gran rivalidad con él, que es algo un poco especial".
Durante 2011, el serbio había establecido una especie de paternidad sobre el español, derrotándolo en las seis ocasiones en las que se enfrentaron, logrando la séptima en la épica final del Abierto de Australia de este año en Melbourne. Sin embargo, el segundo de éstos se tomó su revancha recientemente en Montecarlo y Roma.
Sobre las declaraciones del viernes del suizo Roger Federer, quien dijo que 'Rafa' es "abrumadoramente favorito", se mostró más que cauto.
"Le agradezco las palabras, no puedo decir nada más. No lo siento así, no tengo esa sensación. Yo quitaría lo de 'abrumadoramente', y también lo de 'favorito' (...) La fórmula para ganarle a Djokovic es tratar de jugar agresivo, sacar bien, ponerlo incómodo en la cancha", apostilló.
En cualquier caso estos dos jugadores son los que más se han enfrentado entre ellos en los últimos años (desde 2006) y, en 32 partidos, domina el mano a mano el manacorí por un estrecho 18-14.
Eso sí, en cuanto a torneos del Grand Slam, la diferencia es aún mayor a favor del balear, 10-5, y mientras éste los ha ganado todos, a su rival le falta precisamente el Abierto francés sobre arcilla.
"A este nivel, algunos pequeños errores, algunos pequeños puntos, hacen la diferencia y brinda la victoria a uno de los jugadores. El domingo va a ser difícil porque las condiciones son diferentes. Él (Nadal) juega su mejor tenis aquí en Roland Garros, y pienso que lo hará nuevamente el domingo", advirtió 'Djoko'.
Por supuesto, el tenista de Belgrado no puede olvidar la final del Abierto australiano ante su próximo rival, decidido en cinco mangas y para él "el mejor partido de toda su carrera".
"En lo que a mi respecta, tengo que tratar de ser regular. Tengo que jugar de manera regular y a muy alto nivel para poder ganarle, derrotarlo aquí al mejor de cinco sets", añadió, afirmando que el triunfo ante Federer en 'semis' le dio "mucha confianza" para la final dominical.
Tratándose de los dos mejores jugadores del momento no se pueden hacer demasiadas especulaciones ni pronósticos certeros, aunque la historia favorece a Nadal y el desempeño en las seis rondas anteriores de esta edición del torneo también, porque siempre ganó en tres sets, mientras que su rival en dos partidos llegó a disputar cinco sets y frisó la eliminación.
