El emotivo milagro de la mujer con dos vaginas

La británica Faye Wilkins (de 31 años y residente en Plymouth) nunca se sintió diferente a las demás chicas. Sin embargo, a sus 14 primaveras descubrió, gracias a su menstruación, que era especial. Y es que, fue en este comento cuando fue diagnosticada con una rara enfermedad llamada «útero didelfo». Una dolencia que hace que la paciente tenga dos conjuntos de órganos reproductores. Es decir, que cuente con dos vaginas, dos cuellos uterinos y dos úteros.

«Todas mis amigas habían tenido su primera regla, pero yo solo sufría de dolores de estómago muy fuertes. Cuando este empeoró , mi madre me llevó al médico. Ocho meses después de ir a varias consultas mi útero explotó.

Salió muchísima sangre. La enfermedad había causado un bloqueo de la sangre. Fue entonces cuando me diagnosticaron esta enfermedad», explica la protagonista en declaraciones al « Daily Mail».

Aunque meses después la operaron para convertir sus dos vaginas en una, también le tocó sufrir al saber que la dolencia haría que le fuera prácticamente imposible tener hijos. Todo ello, debido a que, aunque tenía dos órganos reproductivos de cada, estos eran sumamente pequeños. Con todo, también le informaron de que el problema no sería quedarse embarazada, sino que le resultaría imposible gestar a su bebé más allá de unas pocas semanas.

Saber esto fue todavía más difícil para ella. A pesar de ello, no dejó de intentar tener un pequeño y, tras seis abortos involuntarios y mucho sufrimiento, logró concebir -casi por ayuda del destino- a sus dos pequeños: Milly (actualmente de siete años) y George (de dos). Cada uno de ellos, por cierto, en un útero diferente. «Tras sufrir mucho ahora tengo conmigo a mis dos milagros. Estoy muy contenta de que estén sanos», señala.

Ahora, varios años después de vivir esta difícil situación, a decidido contar su experiencia en los medios de comunicación para asegurarse de que ninguna mujer con su mismo problema se desilusiona y deja de intentar quedarse embarazada. «Tener esta enfermedad no te hace ser menos mujer. Además puedes llevar una vida normal. Es como tener un solo riñón. Solo tienes que tener cuidado con algunas cosas», añade.