«Master of None»: La crisis de los treinta, paso a paso

«Master of None» llegó a Netflix sin hacer demasiado ruido, quedándose a la del super estreno de «Jessica Jones», pero eso no quiere decir que no merezca la pena. Busca ser la voz de una nueva generación hablando de los problemas más comunes en una crisis que, tarde o temprano, todos vamos a experimentar.

Todo el mundo espera haber conseguido una serie de metas al llegar a cierta edad, como si de un videojuego se tratase. A medida que el número de años que llevamos en la Tierra aumenta, se añaden una serie de comentarios a la lista del estilo de «con tu edad, yo ya tenía dos hijos» o «mira tu primo que ya es jefe de su departamento» (Sí, todos tenemos un primo perfecto con el que nos comparan y si no lo tienes, ¡enhorabuena! eEres tú).

Esto pasa. Da igual en el lugar del planeta en el que te encuentres o seas de la forma que seas. «Master of None» es una oda que nos enseña que la crisis de los treinta la pasamos todos y que se le pueden sumar muchos factores como la discriminación racial o el simple hecho de que tu personalidad sea algo menos fuerte de lo que podría.

La ficción de Netflix presenta a Dev, un actor torpe tanto física como socialmente en la treintena que vive en Nueva York y que todavía no tiene demasiado claro qué quiere hacer con su vida. Cada episodio gira alrededor de algún aspecto de la vida de Dev: desde su experiencia como inmigrante, la difícil situación de las personas mayores o cómo encontrar el mejor restaurante italiano pero todo en tono de comedia. De hecho, los primeros instantes del primer capítulo nos muestran un anticipo de lo que será la primera temporada: un proceso en el que sus creadores, Aziz Ansari y Alan Yang, desnudarán capa a capa a este personaje con problemas comunes que te harán empatizar con este treintañero de origen indio.

«Master of None» es una de esas series que habla con honestidad y de forma directa sin olvidarse de su peculiar sentido del humor, mientras intenta hacer una reflexión junto al espectador episodio a episodio casi sin que te des cuenta gracias al buen oído para los diálogos, rápidos y divertidos. No te hará odiar a nadie, tampoco hará que te enamores de ninguno de sus personajes. Pero tengo que advertirte: no es de extrañar que acabes una tarde entera pegado al sofá y parte de la noche para verla de un asalto porque Dev tiene algo que engancha. Con suerte, cuando acabes de verla te darás cuenta de que ni tu vida es tan complicada como te pensabas y que las grandes comedias siempre juegan con la líneas del drama. No lo digo yo, lo dicen su Emmy a mejor guión de comedia y su Critics Choice Awards a la mejor serie. Si realmente te enganchas, no te preocupes, la segunda temporada llegará el próximo 12 de mayo.