No hay descanso para Will McAvoy, ni siquiera cuando planea su boda. La redacción se ve obligada a cubrir una repentina explosión en mitad de la maratón de Boston, aunque lo hacen con pies de plomo, aún sin recuperarse del incidente de Génova.
Con Rebecca Halliday de vuelta para defender a ACN de otra posible demanda, Will y Mackenzie intentan proteger a Neal de su desliz con la información filtrada, mientras Charlie y Leona lidian con la opa hostil que proponen los hermanastros de Reese.
Mientras Leona y Reese tratan de recaudar fondos para salvar ACN y frustrar las intenciones de Blair y Randy, Will se lleva una sorpresa en la cena de los corresponsales de la Casa Blanca.
Pese a afrontar un posible ingreso en prisión por desacato, Will se niega a revelar la fuente de los documentos robados. Mientras tanto, Sloan y Mac intentan encontrar un comprador más aceptable que Lucas para ACN.
A pesar de su crítica situación, Will continúa negándose a revelar la fuente del gobierno de Neal. Aceptando la exigencia de Pruit de captar espectadores jóvenes, Charlie ordena a Don que haga una búsqueda de la que éste no se muestra muy convencido.
La muerte de un colega lleva a Will y Mac a reflexionar sobre los éxitos y fracasos que transformaron la redacción a lo largo de los años y a mirar de frente hacia el incierto futuro de ACN.