Vera, un cuento cruel

En el sur de Francia del siglo XIX, la muerte de Vera, condesa de Villiers, sumerge a su viudo, Alfredo Quiroga, un caballero español exiliado, en una profunda depresión. Alfredo, que no soporta la pérdida de su esposa, reconstruye todo su mundo como si Vera viviese, apoyado en esta ficción por el mayordomo.

La directora Josefina Molina debutó tras las cámaras con esta película, basada en un relato del conde de Villiers d'Isle-Adam. Con un punto de partida interesante, "Vera, un cuento cruel" plantea un tema tan sugerente como la diferencia entre realidad y ficción, cuando un conde viudo decide que su mujer todavía no ha muerto y decide hacer perdurar su recuerdo más allá de lo razonable. Pese a ello, la crítica señaló que la cinta se resentía mucho de cierta puesta en escena televisiva. De hecho, sus referencias estéticas beben directamente de los dramáticos emitidos por Televisión Española en aquella época, de los cuales la directora realizó unos cuantos. En todo caso, podemos gozar de la presencia de Lucía Bosé y de su hijo, Miguel, de tan sólo 17 años.