Una mirada a la oscuridad

En el condado californiano de Orange, en un futuro donde Estados Unidos ha perdido la batalla contra las drogas, un policía de incógnito recibe la orden de espiar a sus amigos.

Tras la aclamada "Walking Life", Richard Linklater vuelve a crear una cinta de animación para adultos, adaptando en esta ocasión la novela de ciencia ficción homónima escrita por Philip K. Dick. Una vez más, el cineasta se aparta del cine comercial huyendo de los grandes presupuestos con el claro objetivo de tener mayor control creativo y ser fiel a la novela original. Para ello, Linklater utilizó una costosa técnica de animación que se basa en dibujar sobre las imágenes reales ya grabadas. En total fueron 15 meses de intenso trabajo de posproducción, en los que 50 técnicos trabajaron 350 horas por cada minuto animado.

El resultado fue una cinta muy peculiar que, evidentemente, no encajó con los gustos del público mayoritario, por lo que ni tan siquiera logró recuperar el presupuesto invertido. La crítica, no obstante, se mostró generalmente impresionada por el contenido filosófico de la película.