Stavisky, el gran jugador

De oficio jugador y ladrón, Stavisky encandiló a toda la alta sociedad francesa con engaños y mentiras en 1930. Su padre, al descubrir a qué se dedicaba realmente su hijo y que estaba buscado por la policía, se suicidó. Poco después de enterarse de la noticia, Stavisky decidió seguir los pasos de su progenitor, dejando a Francia sumida en una de las crisis más escandalosas del siglo.

El cineasta Alain Resnais ("Hiroshima mon amour", "La guerra ha terminado") se hizo cargo del proyecto para llevar a la gran pantalla a uno de los personajes más controvertidos de la historia de su país. La película fue un gran éxito de taquilla en Francia, en parte gracias a que contaba con el gancho comercial de Jean-Paul Belmondo ("Al final de la escapada", "Pánico en la ciudad"), si bien no fue recibida con el mismo entusiasmo por la crítica, que consideró que Resnais traicionaba sus principios creativos con este filme.

La banda sonora corre a cargo del celebrado Stephen Sondheim, compositor de grandes bandas sonoras para cine y teatro, entre ellas "Into the Woods" y "Sweeney Todd".