Próxima parada, Greenwich Village

En 1953 Larry Lapinsky, un joven emprendedor aspirante a actor, deja la casa de sus padres en Brooklyn para instalarse en un destartalado apartamento en el barrio bohemio de Greenwich Village, una zona de ambiente artístico, con la esperanza de convertirse en una gran figura de la escena. Su vida transcurre entre clases de interpretación, audiciones de películas y un trabajo como camarero en un bar de zumos. El ambiente es en el que vive y trabaja es propicio para que Larry conozca a todo tipo de personajes de lo más excéntricos, como la alocada Connie o Anita, una mujer que tiene constantemente en mente la idea del suicidio, el mujerigo poeta Robert, o un extravagante homosexual llamado Bernstein. Todos ellos se convierten en una gran familia para Larry que, además, tiene sus propios quebraderos con el amor y el sexo y con la chica que le gusta, Sarah.

Paul Mazursky ("Bob, Carol, Ted y Alice") hizo aquí una película ciertamente autobiográfica que narraba el duro ascenso de un actor en busca de la fama. La cinta, que compitió en el Festival de Cannes de 1976, se erige como un común denominador de la juventud americana de los 70 con aspiraciones creativas.