Mamá es invisible

Los Griffin son una tranquila pero atípica familia con fama de raros entre los vecinos, debido a que el padre es un científico que trabaja para el gobierno. En sus ratos libres prueba sus inventos en el laboratorio que tiene en el sótano de su casa y una noche su mujer bebe accidentalmente una pócima que le hace volverse invisible.

Una comedia de aventuras y fantasía para toda la familia, de bajo presupuesto y estética televisiva, rodada directamente para ser emitida por la pequeña pantalla y comercializada en el mercado videográfico. La dirección y producción van a cargo de Fred Olen Ray, todo un habitual de este tipo de productos, y encabeza el reparto, en el papel de la sufrida madre protagonista, Dee Wallace-Stone ("E.T., el extraterrestre"). A pesar de su escasa repercusión comercial, la cinta tuvo una secuela, rodada dos años más tarde, con el mismo director y elenco.