Eternamente joven

Año 1939. Daniel McCormick, piloto de pruebas, es un hombre al que todo le va bien en la vida. Pero todo cambia una mañana en la que su novia Helen tiene un desgraciado accidente y queda en coma. Desolado, se ofrece voluntario para un experimento secreto que consiste en mantenerlo en animación suspendida durante un año, esperando que tras ese tiempo Helen haya salido ya del coma. Pero algo sale mal y Daniel se despierta algo más tarde... en 1992. Una comedia romántica que combina acertadamente una atmósfera algo anticuada con gotas de ciencia ficción. Fue dirigida por un especialista en cine de terror como Steve Miner ("Halloween H20", la segunda parte de "Viernes 13"), que, sin embargo, se las apañó aquí para conseguir una entrañable mezcla entre comedia y melodrama que fue tratada por la crítica mucho mejor de lo que cabría esperar. Buena parte del éxito hay que atribuírselo a su carismático reparto, con Mel Gibson y Jaime Lee Curtis a la cabeza.