El pequeño ladrón

Esse, un chico de 20 años no conforme con su empleo en una panadería, que lo ata al mundo burgués, decide apartarse de la vida correcta. Comienza traicionando a su amiga al robarle su sueldo después de una noche de amor. Con el módico botín, Ese va a Marsella, ciudad de contrabando y mafia, ambiente donde intentará hacerse un lugar. Cambia así su condición de aprendiz de panadería por aprendiz de delincuente entrando a formar parte de un grupo mafioso en el que espera prosperar.

Drama dirigido por el francés Erick Zonca, realizador comprometido en dedicar su trabajo a los jóvenes disconformes que viven al margen de la sociedad. En su anterior película, “La vida soñada de los ángeles”, eran dos chicas rebeldes, y su historia conmovió al público y a la crítica. Después de aquel film duro e impactante, Zonca realizó un corto, “Sola”, sobre el descenso a los infiernos de una joven desocupada. El tríptico –casi antropológico– se completa con “Pequeño ladrón”, en que elige un estilo más despojado, más austero y casi documental, y en el que cuenta con unos actores no profesionales.