El gran Serafín

Un grupo de personas decide pasar unos días de descanso en un hotel cercano al mar. La dueña del establecimiento es una mujer enigmática que vive en compañía de su distante hija, de un joven pianista al que presta su protección y de una camarera cuya ingenuidad y pureza contrastan con el resto.

Basándose en el cuento homónimo del escritor argentino Adolfo Bioy Casares, el guionista Pere Vila ("Como un adiós") guionizó este drama algo surrealista sobre el fin del mundo. Sorprende que, a pesar de enfocar la cinta a un público intelectual y minoritario, el rol protagónico fuera a parar a toda una estrella de la prensa rosa, una Ana Obregón que acababa de venir de su periplo estadounidense (protagonizó un episodio de la serie "El equipo A"). En esta ocasión la actriz y bióloga se rodeó de uno de los grandes de la escena española, Fernando Fernán Gómez, quien aquel mismo año rodaría con Pedro Almodóvar "La ley del deseo".

Este peculiar -aunque vistoso- cartel, sin embargo, no logró ni el beneplácito de la crítica ni del público, pues en su momento pasó desapercibida y el tiempo la relegó al olvido.