El año del diluvio

En la Cataluña de los años 50, Sor Consuelo, la superiora de una orden de religiosas dedicadas a la medicina caritativa, decide llevar adelante el proyecto de transformar el destartalado y casi inútil hospital del pueblo en un moderno asilo de ancianos. Para financiar este proyecto, la monja decide pedirle ayuda económica a Augusto Aixelà, un rico terrateniente de la zona con fama de mujeriego. Sus continuos encuentros provocan una proximidad que deriva en una atracción pasional y tormentosa cuyo recuerdo perdurará hasta el final de sus días.

La francesa Fanny Ardant ("La mujer de al lado") y el argentino Darío Grandinetti ("Hable con ella") fueron los actores escogidos para recrear esta intimista e inesperada historia de pasión entre la madre superiora de un convento y un libertino terrateniente en el marco de la posguerra en Cataluña. El origen de la historia hay que encontrarlo en la novela homónima de Eduardo Mendoza, que en esta ocasión no se conformó en ver como Jaime Chavarri ("Las cosas del querer"), el director, llevaba su historia a la pantalla, sino que quiso colaborar directamente en la escritura del guion.