Carnada

Un maremoto inunda un pequeño pueblo costero y cubre de agua un supermercado. Allí, quedan atrapados varios clientes y un delincuente. Para dificultar más la situación, un tiburón merodea la zona.

Mezcla de cine catastrófico y de terror, que une los ataques de un temible tiburón blanco (un miedo que introdujo Steven Spielberg en 1975 con la mítica "Tiburón") con las consecuencias de un enorme tsunami, una temática muy reciente en el océano Pacífico, pues uno de más de 38 metros había azotado la costa japonesa un año antes.

El responsable de llevarla a la luz fue Kimble Rendall, un músico y escritor que aprendió el oficio de realizador trabajando como director de la segunda unidad de cintas como "Matrix Reloaded", "Matrix Revolutions" o "Yo, Robot". No le fue mal esta nueva andadura, pues, a pesar de no funcionar como era previsto en su país de origen, sí que recaudó buenas cifras internacionalmente, en especial en China e Italia. Eso hizo plantear a los productores la creación de una secuela, que al final terminó siendo un filme independiente con una trama diferente a la planteada en la que nos ocupa.