Capitanes intrépidos

Harvey Cheyne es un niño rico y malcriado acostumbrado a tener todo lo que desea. Tras caer por la borda mientras realizaba un crucero con su padre, es rescatado por un barco pesquero regentado por Manuel Fidello.

Adaptación cinematográfica de la novela homónima del escritor y poeta inglés Rudyard Kipling, Premio Nobel de Literatura en 1907. La historia del niño rico que acaba encontrando en un humilde pescador al padre que siempre quiso tener, ya fue llevada a la gran pantalla y convertida en todo un clásico en 1937 de la mano del cineasta Víctor Fleming, quien años después consolidaría su éxito con la escarizada "Lo que el viento se llevó" y "El mago de Oz". En esta ocasión, sin embargo, es Michael Anderson (que consiguiera una nominación al Oscar por la dirección de "La vuelta al mundo en 80 días") quien coge las riendas de la dirección ofreciendo una película homenaje a los hombres de mar y sabe orquestar una obra perfecta en todos sus aspectos que rebosa emotividad y ternura.

La ejemplar narración consigue retratar magníficamente a los personajes, protagonizados por el conocidísimo Robert Urich (Jim Street en "Los Hombres de Harrelson") y el desconocido Kenny Vadas.