Por qué «Black Panther» es el héroe que reclama ahora Hollywood

Después de una de las escenas más intensas de «Capitán América: Civil War», en la que «Black Panther» se quita la coraza frente al Capitán América, T'Challa se guarda las garras y parece rendirse. Mucha simbología –el héroe africano que se entrega ante el soldado blanco– que marca por dónde va a ir la nueva película de Marvel.

«Black Panther», el cómic, apareció por primera vez en las páginas de «Los 4 fantásticos» de la mano de Stan Lee y Jack Kirby. Era el año 1966. Apenas unos meses después, en octubre, surgía el Partido Pantera Negra, un movimiento antisistema que buscaba subvertir el orden en Estados Unidos y poner fin a la segregación.

Marvel ha guardado 50 años a «Black Panther» en sus cajones. Un héroe con una historia potentísima pero al que nunca se atrevieron a darle una oportunidad protagonista en la gran pantalla. Quizá fuera por la casualidad de compartir nombre con una «organización terrorista», quizá porque la cultura popular siempre ha estado a las órdenes de quien paga o porque el racismo es el elefante en la habitación; o quizá, más sencillo, porque no había mercado de gente que quisiera ver a un héroe negro... El caso es que hasta marzo no lo veremos en las pantallas. Y lo que trae promete hacer cambiar la forma en la que vemos los superhéroes y al cine tradicional en general.

Lo primero, porque «el negro» dejará de dar la réplica al Capitán América o a cualquier otro protagonista blanco para tomar las riendas de su propia historia.

Dos. Porque la forma en la que se ha retratado la figura de los negros siempre ha estado bajo el prisma de los oprimidos: o eran esclavos en busca de su libertad («12 años de esclavitud» o incluso «Django desencadenado») o eran víctimas del sistema. Lo vimos en la genial « Moonlight», la ganadora del Oscar de este año, donde los protagonistas, todos negros, viven en un gueto de Miami entre pobreza, drogas y racismo.

También porque dice adiós al cliché del «sabio negro». Morgan Freeman en «Cadena perpetua» o en el Batman de Nolan, Lance Reddick en «Fringe»... Hay decenas de casos. El jefe negro como figura de consenso, calma e inteligencia. Pero nunca el héroe protagonista.

Tres. Porque basta ya de lo negro como lo malo. Spiderman, por ejemplo, cuando se vuelve un ser maligno, el color en el que se encarna es, evidentemente, negro. Gracias a Jordan Peele en «Déjame salir» se ha dado la vuelta a estos tres puntos: «Quería hacer una película que no fuera la típica en la que un negro muere en la primera escena o no tiene protagonismo en la historia», dijo el director a ABC.

Pero no todo es denuncia social ni crítica. El filme es puro entretenimiento. La propuesta de acción y aventuras mezclada con una historia mitificada como la de T'Challa es una de las más esperadas del primer trimestre de 2018. Solo hay que ver el tráiler para descubrir que los amantes de Marvel se van a divertir, sin importar el color.

Un estreno esperadísimo

Que el cine de superhéroes es la propuesta más rentable para los estudios es algo incontestable. El caso de «Wonder Woman», la película más taquillera de la historia dirigida por una mujer y una de las que más ha recaudado en 2017, dio un golpe en la mesa (y en la cara) de los ejecutivos de Hollywood. Un vicepresidente de Marvel aseguró estar cansado de lo «políticamente correcto» y criticó «la diversidad racial y los personajes femeninos» en las nuevas películas de acción. Decía que no vendían, que la gente quería los clásicos. La realidad se empeñó en quitarle la razón. Además de «Wonder Woman», en el caso de «Black Panther», el primer tráiler superó los 90 millones de reproducciones en sus primeras 24 horas. Y con miles de críticas positivas. Algo muy grande está a punto de llegar... Y las películas de superhéroes no volverán a ser lo mismo.