Nandi Migueles

Master class

Ya empezamos nuestras clases, los ensayos, y cada cual tendrá su maestro. Suerte a todos

Nandi Migueles
CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Master Class’ se denomina a aquella lección magistral impartida por un maestro que destaca por su valor y conocimiento en una materia sobre otros. En Cádiz hay muchos de estos maestros que destacan por su conocimiento sobre todos los demás y en diferentes materias. Hay maestros de los vientos, que nos dan sus clases magistrales para indicarnos qué tipo de corriente es la que sopla con tan solo abrir una rendija de la ventanilla de su coche. Impresionantes también son aquellos maestros de la pesca gaditana. Cuando dan una de sus espléndidas clases te quedas boquiabierto al oírlos, tanto que casi no comprendes cómo se puede albergar tantísimas nociones sobre dicha afición en una única cabeza. Le muestras tan sólo una escama de un pescado cualquiera y te dice el nombre de la especie, dónde y cómo se cogió y hasta incluso los apellidos del pescador que lo capturó.

Tenemos además a nuestros maestros futboleros que, como coincidas en la grada con uno de ellos, olvídate de ver el partido tranquilamente y prepárate para recibir su ‘Master Class’ oportuna. Con sólo ver el calentamiento de los jugadores ya sabe cuál es la táctica que va a emplear el entrenador, que por cierto él conoce desde que jugaba en el alevín Atlético del Ponferradina. Existen también esos maestros de nuestra Semana Santa y de la carga gaditana.

Esos que ven venir a más de quinientos metros un paso de palio majestuosamente y empiezan a darnos sus clases maestras comentando en voz alta y mirando hacia otro oyente que no eres tú, si la mesa del paso viene escorada hacia la izquierda, hundida de la pata trasera derecha, que lo cargan al estilo sevillano o que al capataz ese lo llevaba el de pequeño a ver la borriquita cuando salía desde San José. Por último no podían faltarnos sin duda los maestros del carnaval, los que más conozco por suerte o desgracia. Se dividen en diversos tipos. Los entendidos del todo, es decir, aquellos que dan sus ‘Master Class’ en cualquier parte y de diferentes contenidos. Lo mismo sabe explicarnos lo que es un tres por cuatro o revela sin titubear que conoce el hospital donde nació Martínez Ares e incluso el nombre de la matrona que lo asistió. Pero los maestros que más me atrapan son los de la cátedra carnavalera por excelencia. Se les conoce muy fácilmente. Van rodeados y escoltados siempre de un grupo de personas, alumnos todos eso sí, que deslumbrados ante su sapiencia le van abriendo camino por donde pasan. Suelen llevar buenos abrigos, sombreros, pañoletas palestinas y trajes de chaqueta para cualquier acto carnavalesco que se precie. Sus ‘Master Class’ suelen ser casi siempre para grandes auditorios, no es para menos, él no puede brindar sus conocimientos para un público menor. Estos maestros no tienen otro tema de conversación que la fiesta de don Carnal. Normalmente acuden a los ensayos ajenos, con una mano tapándose el oído y asintiendo con su cabeza el repertorio que escucha, repertorio que al salir destrozará con su séquito en la primera barra del bar que encuentren con su pertinente vaso de tubo en la mano.

Para mí un maestro no es el que va impartiendo clases magistrales por doquier, es quien enseña con su ejemplo, reconoce sus errores y aprende siempre algo de todo el mundo. Ya empezamos nuestras clases, los ensayos, y cada cual tendrá su maestro. Suerte a todos.

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