Rosa Belmonte

El descanso de los calcetines

Rosa Belmonte
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Gregorio XVIII ha dejado la fe y el Palmar de Troya. Miguel Bernad quiere liquidar Manos Limpias. Ya no nos quedan referentes morales a los que aferrarnos. Veo en ABC que la iglesia palmariana ha reaccionado con rapidez y ha elegido «papa» nuevo. Un tal Eliseo que ha adoptado el nombre de Pedro III. Han estado estos más ágiles que nuestros políticos. En La Moncloa nos hemos quedado sin Pedro I. Tampoco puede una hacerse adepta de las iluminadas de la CUP. Anna Gabriel, justificando lo que ya había dicho su compañera Mireia Boya, aseguró ayer en RAC1 que practicar sexo en el metro de Barcelona (perdón por la expresión, yo preferiría lo que rima con hollar) es habitual. Añadió que lo que no es normal es dar tanta trascendencia al vídeo.

Y como la cabra tira al monte, además de culpar a la Iglesia Católica de los remilgos, liga esta «reacción magnificada» con la que la sociedad tiene acerca de «la menstruación de las mujeres». No íbamos a reaccionar con la menstruación de los simios, los murciélagos o las musarañas elefante, los otros animales con estas costumbres. La culpa la tienen ellas con su pretendido regreso a Rocadura. Todavía colea la ocurrencia de las esponjas marinas. Ya he escrito que sólo voy a usar esponjas cuando sea la novia de Calamardo.

Estas señoritas también se llevarían las manos a la cabeza (a esas cabezas) al leer de Marcela Tedeschi Araújo Temer, potencial primera dama brasileña, que es «Bella, recatada y del hogar». El título del perfil en la revista «Veja» ha desatado la furia feminista en Brasil, como ha contado Verónica Goyzueta. Tampoco es la cosa para tanto. Cuando se murió Nancy Mitford, Deborah, la duquesa de Devonshire, mandó una carta a su hermana Jessica donde hacía mención a la vida loca de Nancy. «Ya sé que tuvo éxito como escritora, ¿pero qué es eso comparado con un marido adecuado, gente que te quiera e hijos?». Un marido adecuado, hijos. La casa limpia y ordenada. Esas cosas. ¿Saben cuál ha sido el libro de no ficción más vendido en Sant Jordi? El manual de una japonesa sobre cómo ordenar la casa. No un manual de limpieza literario como el de Lucia Berlin, uno de verdad. «La magia del orden» (Aguilar), de Marie Kondo. 50.000 lleva vendidos en castellano y 20.000 en catalán. Parece que el orden del hogar tiene que ver con el de la vida. Vaya. En una escena de «American Beauty», Thora Birch y West Bentley van a casa de este y los recibe la madre, Allison Janney, que con mirada perdida se disculpa por cómo está todo. Por supuesto está todo más limpio que una patena. Y con el orden que no tienen los miembros de esa familia en sus perturbadas vidas. Entre los consejos de Kondo, una de las 100 personas más influyentes del mundo según «Time», está no hacer una bola al guardar los calcetines. «¿Tú crees que pueden descansar así?», le dijo una cliente.

El método KonMari es una especie de nochevieja italiana. Te ahorras las lentejas pero tiras lo inútil. Hay que quedarse sólo con lo que provoca alegría. No sé qué pensarán las feministas. Hay unas feministas que llaman fea a Esperanza Aguirre. He leído en Broadly que el día de la presentación de su libro la primera fila la ocupaban chicas en cuya camiseta estaba la cara de Aguirre y el letrero FEA (Feministas con Esperanza Aguirre). Dudo si es una manifestación artística o un camelo, aunque hay fotos y tienen web. Una se sentía «orgullosa de Esperanza por poner a las mujeres en el puesto que les corresponde». Vale que esto parece de «El Mundo Today», ¿pero nos queda Esperanza Aguirre como referente moral?

Rosa BelmonteTodos los artículos de Rosa Belmonte

Ver los comentarios