Delta del Ebro, el bastidor perfecto para la madeja invasora

Las aguas de este pequeño espacio de apenas 32.000 hectáreas albergan más de 200 especies exóticas

Delta del Ebro, el bastidor perfecto para la madeja invasora EFE

Cristina Yuste (Efe)

Ríos, canales, marismas, turberas, brazos de mar, lagunas y estanques conforman el entramado de ecosistemas acuáticos que conviven en el Delta del Ebro , una red de redes interconectadas entre sí y de difícil control, el bastidor perfecto para la compleja madeja de las especies exóticas invasoras.

Las aguas de este pequeño espacio de apenas 32.000 hectáreas -una de las zonas húmedas más importantes del Mediterráneo, parque natural desde 1983, humedal Ramsar, Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Importancia Comunitaria de la red Natura 2000- albergan más de 200 especies exóticas invasoras.

Y el hecho de que haya estado sometido a continuos procesos estructurales y transformaciones antrópicas ha ayudado a que este conjunto de sistemas acuáticos y terrestres sea un ir y venir de especies oportunistas dispuestas a dominar el hábitat.

«El propio sistema acuático es una fuente de expansión», explica a Efe Natividad Franch, del Área de Protección e Investigación del Parque Natural del Delta del Ebro, pero además «este es un territorio que agrupa muchos sectores económicos , lo que favorece la importación de especies invasoras».

Por eso, la institución para la que trabaja se ocupa de conservar las áreas protegidas del Delta y lo hace «de manera sostenible y compatibilizando con todas las actividades de desarrollo económico que se dan en él», ha matizado.

Para Natividad Franch, «la prevención es la principal arma» para luchar contra la invasión de las especies exóticas invasoras (EEI), porque «en su fase inicial es más fácil erradicarlas y controlarlas y los costes son mucho menores».

Quim Pou trabaja junto a técnicos de Parque Natural del Delta del Ebro en la monitorización y muestreo de EEI mediante la colocación de nasas en los canales de riego , un sistema «sencillo y barato que, sin embargo, aporta mucha información» sobre la evolución de diferentes especies en este tipo de humedales.

«Con poco esfuerzo se puede tener una información muy valiosa para comprender el proceso de introducción de estas especies», asegura el biólogo; «si no es con prevención no se pueden vencer, pero al menos sabremos gestionar un problema que vamos a tener siempre y minimizar sus efectos».

Natividad y los técnicos del Parque Natural hacen muestreos diarios en los ecosistemas del Delta, donde las invasoras se han convertido en auténtico verdugo de especies autóctonas y en peligro crítico de extinción .

Los agricultores del delta del Ebro se están planteando cambiar la metodología de cultivo del arroz: plantar en seco para salvar los brotes

Un ejemplo es la gambusia , un pequeño pez invasor que prolifera en los campos de arroz y ha desplazado ya de prácticamente todos sus hábitats al samaruc ( Valencia hispanica ), un pez endémico y muy amenazado, y presiona sobre el fartet ( Aphanius iberus ), «que debe refugiarse en zonas de mayor salinidad en las que la gambusia no puede prosperar».

Una especie exótica se convierte en invasora cuando su presencia altera el equilibrio natural de un ecosistema, daña la biodiversidad o perjudica las actividades económicas o el bienestar social .

Por eso, en el Delta del Ebro, agricultores , acuicultores y pescadores vigilan de cerca a estas especies; «la introducción del caracol manzana ha tenido graves impactos en el cultivo del arroz y ahora el cangrejo azul amenaza la acuicultura del mejillón y las piscifactorías», comenta Natividad Franch.

Y ante esta situación, se defienden; «se está probando salinizar los lugares donde hay reservorios de caracol manzana o cambiar de metodología de cultivo, como plantar el arroz en seco para salvar los brotes».

En el caso del cangrejo americano , un viejo conocido del Delta que causaba graves daños a anfibios y peces en su fase larvaria y a los cultivos, su expansión se logró controlar y los agricultores «se adaptaron a él».

Y así, un sinfín de EEI integran la lista en el entorno del Delta del Ebro, donde el propio río alberga el mismo número de peces nativos que exóticos.

Más numerosas y más problemáticas

Josep Maria Queral, técnico del Parque Natural, patronea una embarcación a bordo de la cual se hace muestreo mediante pesca eléctrica científica de las especies exóticas y su afectación sobre las autóctonas.

La descarga de impulsos eléctricos en el agua aturde a los peces durante unos segundos; «es un arma de gestión para saber si es necesario repoblar ciertas zonas, hacer alguna actuación concreta sobre alguna invasora y como censo de nuestros propios peces».

En los últimos 20 años , se ha disparado la presencia de EEI en las aguas del Ebro; «hay más especies y más problemáticas, seguramente por la transformación del medio, que ha facilitado su dispersión y proliferación », ha señalado.

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