Rata de bambú canosa
Rata de bambú canosa - VICENT HERBRETEAU
EN ASIA

Las intensas lluvias no precipitaron a los roedores hacia una vida subterránea

Contrariamente a lo que se pensaba, un estudio ha demostrado que fueron las fases de debilitamiento del monzón, que comenzaron hace 10,5 millones de años, las que propiciaron tal evolución

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El monzón asiático influyó en la evolución de las ratas topo y las ratas del bambú, ambas pertenecientes a la subfamilia de mamíferos Rhizomyinae, ha constatado un estudio internacional liderado por una investigadora de la Universidad de Bristol asociada al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Raquel López-Antoñanzas,

El debilitamiento del monzón, hace 10,5 millones de años, provocó una disminución de los bosques en la región que precipitó la evolución: los roedores fueron adquiriendo progresivas adaptaciones hacia una vida subterránea. Contrariamente a lo que se suponía, que fueron las fases de mayor intensidad del monzón.

«Hemos comparado por primera vez los datos evolutivos de un grupo de roedores y las fluctuaciones del monzón. El resultado ofrece la primera evidencia de una correlación entre las variaciones del fenómeno atmosférico a través del tiempo y la evolución de este grupo de mamíferos», explica López-Antoñanzas.

El monzón es un fenómeno atmosférico que provoca intensas lluvias a partir de junio, lo que marca el comienzo de la estación húmeda en el sureste asiático. Asociado con la diferencia de calentamiento entre las regiones terrestres y marinas, consiste en una inversión estacional de la circulación atmosférica y las precipitaciones. «La evolución del monzón asiático y su correlación con la evolución tectónica de Asia se conoce cada vez mejor; sin embargo, el impacto que este sistema ha provocado en la evolución de las faunas de vertebrados terrestres continúa siendo una incógnita», comenta López-Antoñanzas.

Los roedores son un grupo de vertebrados muy adecuado para este tipo de estudios puesto que son los mamíferos más abundantes en el registro fósil, presentan una evolución muy rápida y son muy sensibles a los cambios de hábitat. «Además, las relaciones de parentesco de la subfamilia Rhizomyinae han sido estudiadas en detalle y su registro fósil se conoce bien gracias a los depósitos del Mioceno de los Siwaliks (Pakistán)», señala la investigadora.

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