Parque Nacional de Lope, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
Parque Nacional de Lope, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco - ABC

Gabón: la biodiversidad como motor de desarrollo

El país africano apuesta por los parques naturales como herramienta para luchar contra la pobreza

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Cuando el actual brote de ébola aterrizó en África (el 23 de marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud publicó la notificación oficial del brote en Guinea) muchos escuchaban el nombre del virus por primera vez. Pero había algo que no extrañaba: que se produjera en África. Y no porque se originó allí sino porque parece que todas las miserias llevan como apellido el continente africano. Pero África no se reduce al ébola, ni a la miseria...solo hay que cambiar el foco porque África está cambiando.

Gabón, un país del oeste de África central, es un ejemplo de ello. Los gaboneses no tienen cines pero sí estrellas: sus parques nacionales. La estabilidad y el desarrollo económico de este país se debe al petróleo y a sus minerales (manganesio, uranio, oro y diamantes).

Pero su presidente, Ali Bongo Ondimba, en el poder desde 2009, se propuso como una de sus principales reformas diversificar la economía y reducir la dependencia de la producción de hidrocarburos. ¿Cómo conseguirlo? Con un modelo casi revolucionario: la naturaleza.

Cubriendo un área de 267.667 kilómetros cuadrados, Gabón se localiza en el ecuador, en el corazón de la segunda selva tropical más grande del mundo. El 85% del territorio del país es selva y su paisaje incluye también una planicie costera con bosques, humedales, manglares y sabanas. Su soberbio paisaje no solo busca crear una nueva industria, la turística, con la creación de hoteles en los propios parques nacionales sino que su objetivo es luchar contra la pobreza. La naturaleza se pone al servicio de Gabón y de África.

En 2002 Ali Bongo Ondimba anunció la creación de 13 parques nacionales. Para esa fecha, ya no hacía falta repetir varias veces el nombre del país para situarlo en el mapa. El biólogo Michael Fay, que hizo un viaje de 3.200 kilómetros a pie durante 456 días recorriendo el Congo y Gabón para investigar la vida salvaje, logró acercar a la atención del mundo el último bosque virgen en el centro de África y la necesidad de su protección. Este trabajo dio lugar a la creación de los 13 parques que ocupan 2.837.128 hectáreas del país (y que incluyen 129.307 hectáreas de territorio marino), es decir, un 10,6% del territorio total.

Pese a contar con un alto índice de desarrollo humano, comparado sobre todo con el resto de países que forman parte del África subsahariana, Gabón tiene que luchar contra el 30% de pobreza, el desempleo y la inequitativa distribución de la riqueza. Desafíos que forman parte también del continente y para el que el país ha apostado por el innovador modelo de los parques. «Nuestra estrategia es que los parques contribuyan al bienestar de los gaboneses a través de un ecosistema que garantice un clima estable, la obtención de agua potable, energía hidroeléctrica barata, pesca sostenible y por supuesto, creando puestos de trabajo con el impulso al turismo», explica Lee White, secretario ejecutivo de la Agencia Nacional de Parques Nacionales de Gabón (ANPN). De hecho, para 2023 se espera que el empleo en el área crezca un 3,8% del total del empleo del país, es decir, unos 23.000 puestos de trabajo, según World Travel of Tourism Council (WTTC).

La selva más densa y virgen

Pese a contar con la selva más densa y virgen de África, este país no sólo presume de paisajes. La mayor población de elefantes del mundo, estimada en 60.000, vive en completa libertad en los parques de Gabón. Además, posee la mayor diversidad de plantas del mundo, unas 10.000, de las que el 15% son únicas de Gabón. A este patrimonio se le suma una importante red hidrográfica que se extiende por todo el territorio gabonés. «La mitad de la electricidad de Gabón viene de presas hidroeléctricas que dependen de cuencas protegidas por los parques». Esto, por no mencionar la posibilidad de participar en el mercado de carbono pues sus bosques representan un potente «sumidero» de dióxido de carbono. «Los parques representan un stock vastísimo de carbono. Queremos contribuir a la integridad ecológica del país, vital para la estrategia de desarrollo», concluye White.

Pero el potencial de Gabón no solo está en la naturaleza, también en su patrimonio cultural. Hace unos meses el país fue el escenario de un hallazgo que cambió por completo «el escenario de la historia de la vida en la Tierra», señaló el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS). Se trata de 400 fósiles de organismos pluricelulares fosilizados en un depósito sedimentario marino que datan de hace 2.100 millones de años y anticipan la existencia de vida compleja en la Tierra más de mil millones de años antes de lo establecido hasta el momento. Otro hallazgo importante se produjo en el parque nacional de Lope, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «Encontramos restos humanos de hace 400.000 años, también puntas de flecha representativas de la Edad de Piedra tardía y 2.000 grabados rupestres de la Edad del Hierro», explica Richard Oslisly, arqueólogo del Instituto de investigación para el Desarrollo.

Gabón es un ejemplo de desarrollo y estabilidad. ¿Eso se transmite en mayor esperanza por parte de su población? Un taxista conduce su destartalado coche en el caos de la capital. El sofocante y húmedo calor, típico del país, no le quita el ánimo. «En Gabón hay que dejar de depender de las exportaciones, producir más y mirar hacia dentro», dice.

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