Los amorosos y cálidos cachorros de panda no quieren irse a la cama ni tomar sus medicinas. Un cuidador de una reserva especializada en la cría de esta especie en peligro de extinción , localizada al suroeste de China, en la provincia de Chengdu, ha intentado (y luchado) por suministrarle su medicación a dos pequeños oseznos, que han hecho piña, porque ellos prefieren el bambú, y han «vapuleado» al sufrido trabajador de la reserva para impedir que éste llevara a cabo su tarea.
La resistencia activa de los cachorros panda a la medicación
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