El español Luis Salom de Kalex KTM levanta el trofeo de vencedor de Moto3 tras su victoria. / EFE
Se lo merecía. Luis Salom Horrach, nacido en Palma de Mallorca hace 21 años, llevaba seis podios en el mundial, cuatro ésta misma temporada, en que ha se había quedado varias veces a las puertas del triunfo. Ya había demostrado ser el único piloto capaz de plantar cara a los dominadores de la categoría, Sandro Cortese y Maverick Viñales, ha sido habitual verle rodando con ellos en carrera durante todo el curso, pero aún no les había batido. Tarde o temprano tenía que llegar el triunfo, y ha sido en Indianápolis, la catedral del motor en Estados Unidos, donde Salom estrenó palmarés de victorias en el mundial, batiendo a les hombres que encabezan la general en un final de infarto. Cortese, fiel a la regularidad que le ha situado al frente de la general, amarró la segunda plaza y Viñales se fue al suelo, complicándose sus aspiraciones al título. El tercer peldaño del podio fue para el alemán Jonas Folger, brillante en su debut con el equipo Aspar.
La carrera de Moto3 del Gran Premio de Indianápolis fue como tantas otras de la categoría pequeña ésta temporada: inicio frenético, con muchos pilotos rodando juntos en cabeza e intercambiando constantemente posiciones, hasta que Maverick Viñales tomó la delantera a 14 vueltas para el final, y cambió el ritmo para romper el grupo. El catalán llegó a rodar unas vueltas escapado, pero Cortese, muy discreto en las primeras vueltas, y Salom reaccionaron y alcanzaron a Viñales para jugarse el triunfo a tres bandas. La última vuelta fue fantástica: Cortese superó a Viñales por aceleración en la recta de meta, y cuando el catalán trató de recuperar la primera plaza al final de la recta de contrameta, Salom sorprendió a sus dos rivales con una frenada estratosférica para ponerse al frente con un doble adelantamiento memorable que le valió la victoria.
«Es increíble, ni siquiera sé cómo lo he hecho» masculló, casi sin palabras, el ganador. «Doy las gracias al equipo y a mi familia, que siempre me ha apoyado», añadió, rebosante de felicidad, Luis Salom, que rebeló, por fin, de done viene su apodo de ‘Mexicano’: «Era un caballo de carreras que tenía el hermano de mi mánager, y que se llamaba así. Pagó por él un dineral, y en la primera carrera se quedó parado en la salida… mi mánager me llama así». Afortunadamente, el joven Salom, miembro de una familia de gran tradición motociclista, no se arruga a la hora de la verdad.
Viñales se complica el mundial
Sorprendidos por el hachazo de Salom, Cortese y Viñales tuvieron que modificar su trazada y perdieron unos valiosos metros, quedando rezagados a pelear por el segundo puesto. Dos virajes después, Maverick se iba al suelo, y también buena parte de sus aspiraciones al título: quedan aún siete carreras, pero la ventaja del alemán ya es de 29 puntos, y Cortese tiene en la regularidad su mejor virtud.
Por detrás, cabe destacar la buena carrera del joven catalán Álex Rins, que llegó a liderar la carrera y terminó séptimo, la novena posición de Alberto Moncayo y los primeros puntos mundialistas de Isaac Viñales, primo de Maverick, que terminó 14º. Efrén Vázquez, Adrián Martín y Álex Márquez se cayeron, y Héctor Faubel, que sufrió una fuerte caída el sábado, fue dado de alta por la mañana (pasó la noche en un hospital) pero no pudo correr.
