«Las críticas por la figura de cera de la Princesa de Asturias están aceptadas, luego se rectificó»

A Aída Pérez nunca la han llamado Madame Tussaud aunque por sus manos han pasado hasta 93 cabezas. Eso sí, la escultora del Museo de Cera de Madrid —una de las cinco que hay en plantilla— no trabaja con auténticas cabezas cortadas como hiciera siglos atrás su predecesora con los bustos decapitados de la Revolución Francesa. En el mítico museo de la capital española, las medidas anatómicas o se toman en directo —con los protagonistas en perfecto estado de salud— o se calculan a través de sus fotografías.

En total, desde que hace más de 43 años se creara la primera figura —la de Cristóbal Colón—, se han reproducido cerca de 2.200 personajes. Actualmente, la mayoría se encuentran «jubiladas» en una nave a las afueras de Madrid: desde Grace Kelly hasta José María Íñigo pasando por el conde de Marichalar.

Porque en el recinto solo hay espacio para 468 afortunados y son los propios visitantes del museo, mediante una encuesta bimensual, quienes determinan quién entra y quién se va de la Casa.

Solo después de la encuesta y de que la dirección decida al respecto, comienza el trabajo para Aída. Lo primero en lo que se fija la escultora es en la nariz y la boca que debe modelar ya que «es lo que te da la persona», explica. Se moldea en barro para después hacer el molde en silicona. Solo una vez que se vacía se echa la cera líquida, se da otra capa y se espera a que se seque.

Aída ahora trabaja en la cabeza del creador de Facebook, Mark Zuckerberg, ya casi terminada y que será la próxima que inaugure el museo. No obstante, Zinédine Zidane, Íker Casillas y «el niño Torres» son sus figuras favoritas. «Como verás, yo soy de deportistas... », dice la escultora cubana con cierta picardía.

Con casi cien bustos a la espalda, Aída se siente orgullosa de todas sus figuras. «Sino no las daría por terminadas», dice. Sobre las críticas recibidas por algunas figuras como la de Fernando Alonso o la Princesa de Asturias, asegura que «están aceptadas». «Es verdad, tienen razón, el problema fue de los ojos, que no quedaron perfectos, pero eso no se sabe hasta que está toda hecha». Además, reconoce, más tarde se ha rectificado, es lo que permite la cera.

Mientras, entre las figuras más aclamadas está la de un joven Antonio Banderas —con su atuendo real, donado—, Leonardo DiCaprio, George Clooney o Cristiano Ronaldo, quien, por cierto, manda todos los meses a su peluquero a que cuide su estilismo. «Eso demuestra que es una verdadera estrella», se oye en los pasillos del museo.