Esther Fontán, una de las pacientes del falso médico
Esther Fontán, una de las pacientes del falso médico - Miguel Muñiz

«Algunas de las sustancias que nos inyectaba no son legales en España»

Los expacientes del falso médico «Coté» denuncian un viacrucis judicial de siete años

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Hace siete años que los expacientes del falso médico José Manuel López «Coté» iniciaron un viacrucis judicial que, a día de hoy, sigue sin resolverse. El presunto doctor, al frente de una clínica ubicada en Ferrol, fue detenido en febrero de 2008 durante la llamada «Operación Zen» después de que la Policía Nacional dejase al descubierto una trama con la que «Coté» estafó, presuntamente, a cientos de enfermos. Según el relato de sus víctimas —más de un centenar de ellas unidas bajo las siglas de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario (AIMS)— el falso doctor les inyectaba, supuestamente, sustancias desconocidas que años más tarde dieron lugar a patrones patológicos similares en personas con dolencias diferentes.

Así lo explicó la presidenta de esta asociación en una rueda de prensa ofrecida con motivo del cierre de la instrucción de un caso paralelo que también implica a «Coté» y que se juzga en Castellón.

«Las sustancias que se encontraron en la clínica de Vinaroz y que más tarde se analizaron son las mismas que se encontraron en Ferrol y que nos inyectaba a nosotros. Los análisis demostraron que muchas no están legalizadas en España y que otras eran cortisonas y calmantes muy potentes», explicó Esther Fontán. Pasados los años, los expacientes denuncian que muchos de ellos presentan ahora patologías similares sin tener diagnosticada la misma enfermedad. «Muchas de las mujeres a las que este falso doctor trató en edad fértil hemos sufrido una menopausia adelantada, algunas con 40 años», reveló Fontán, acostumbrada a que los médicos «vean los resultados de nuestras pruebas y digan que son muy raros y que no saben qué tenemos». En el caso de Castellón, algunos de los presuntos damnificados son niños a los que los tratamientos les han dejado secuelas. «También hay una joven a la que desfiguró la nariz por los materiales que utilizó y que los cirujanos plásticos aún no han podido arreglar», desvela Fontán.

Solo un curso de socorrismo

Tras años de lucha judicial, los cerca de 140 expacientes personados en la causa contra el falso médico —«que se presentaba como un reputado neurólogo y solo tiene el bachillerato y un curso de socorrismo», acusan— piden celeridad a la justicia para que la instrucción avance. Al tiempo, la asociación de víctimas ve en el cierre de la investigación y en la imputación en firme de José Manuel López un importante paso que podría sentar precedente de cara al juicio que se celebrará, previsiblemente, en la Audiencia de La Coruña.

Al margen de los problemas psicológicos que la mayoría de los afectados arrastran, Fontán explica que todos comparten un temor «por lo que pueda venir» a propósito de los tratamientos que recibieron durante los 18 años que la clínica permaneció abierta. «Jugamos a la lotería en esa clínica y tenemos muchos billetes para que nos ocurra algo», afirman. A espera de que en otoño concluya la instrucción en Ferrol, la asociación de víctimas mantiene ahora la mirada puesta en Castellón. El fiscal piden más de quince años de prisión para el falso médico de Ferrol y su socio. «Lo nuestro es sed de justicia. Es muy doloroso cruzarse con este señor por la calle y ver su cara» admiten.

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