Luisa Fernanda Rudi, cabizbaja, junto al cabeza de lista del PP en Zaragoza, Eloy Suárez
Luisa Fernanda Rudi, cabizbaja, junto al cabeza de lista del PP en Zaragoza, Eloy Suárez - efe
CONSECUENCIAS ELECTORALES

Rudi baraja abandonar

Deja en el aire su futuro político tras reconocer su derrota, pese a haber sido el PP el partido más votado en Aragón

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El rostro de Luisa Fernanda Rudi en la noche electoral fue el de la derrota. Su partido ha sido el más votado en los comicios al Parlamento aragonés, pero ha cedido tanto terreno que ha acabado dando mayoría absoluta a la suma del bloque de izquierdas formado por PSOE, Podemos, CHA e IU.

El PP aragonés confió su estrategia de campaña en la figura personal de Rudi. Fue la apuesta por la persona por encima de las siglas, en un intento por compensar la erosión del partido. Pero el resultado final no ha cumplido las expectativas que manejaban los populares y Rudi sale tocada. No lo ha ocultado, hasta el punto de no dar por seguro que siga en las Cortes de Aragón esta legislatura.

Con los resultados definitivos que ha cosechado, ella misma reconoce que es remota la posibilidad de mantenerse en el Gobierno autonómico. De hecho, ha dado por perdido el Ejecutivo regional, dando por hecho que al final habrá un acuerdo en el bloque de izquierdas. Rudi, para mantenerse de presidenta, necesitaría una improbable combinación: que Ciudadanos y el PAR le votaran en la investidura, y que alguno del bloque de izquierdas se abstuviera.

Sin estar en el Gobierno de Aragón, Rudi se quedaría como portavoz de la oposición en las Cortes regionales. Un puesto de segunda para quien en sus 32 años de carrera política –media vida, a sus actuales 64 años– ha centrado su actividad pública en el Congreso, del que llegó a ser presidenta entre 2000 y 2004.

Finalmente, el PP de rudi se ha dejado un tercio del electorado que tuvo en Aragón hace cuatro años. Ha perdido la confianza de 88.000 votantes en números redondos.

Preguntada por si iba a seguir como portavoz de la oposición en las Cortes de Aragón, Rudi optó por mantener abierta la incógnita. Eran poco antes de las doce de la noche del domingo, con el escrutinio ya despejado. Que la aún líder regional del PP no diera un sí a esa pregunta fue revelador en sí mismo.

En la cúpula del Partido Popular aragonés se reconoce que Rudi está pensando en dar un paso atrás, asumir la responsabilidad de los resultados y abrir la renovación en la dirección regional de su formación política.

Era un escenario que se barajaba en el seno del PP antes de las elecciones, incluso pensando en un escenario –que al final no se ha dado– en el que el PP lograra frenar la caída lo suficiente para poder formar gobierno con el respaldo de Ciudaanos y del PAR.

Beamonte, con ventaja para la sucesión

El horizonte de la renovación abre las opciones en un partido en el que, de antemano, sonaban como mejor situados para sustituir a Rudi al frente del PP aragonés el hasta ahora consejero de Presidencia del Ejecutivo autónomo, Roberto Bermúdez de Castro, y el líder del partido en al provincia de Zaragoza y alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte.

Con los resultados electorales en la mano, Beamonte sale reforzado frente a Bermúdez de Castro. Éste sale directamente debilitado por la derrota de Rudi, a cuyo lado ha desarrollado su progresión en política durante estos años y que ha ejercido como portavoz de su gobierno. Beamonte, sin embargo, puede esgrimir haber amarrado la victoria en Tarazona con mayoría absoluta, con más del 50% de respaldo electoral y repitiendo, idénticos, los resultados que obtuvo en esta localidad zaragozana hace cuatro años.

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