LONDRES 2012
Phelps, antes de saltar a la piscina en la final de 4x100 estilos./AFP
La batalla cumbre de la natación, el duelo de colosos entre Michael Phelps y Ryan Lochte en los 400 estilos, se quedó este sábado en monólogo. Mucho más que eso. Se quedó en actuación solista y estelar de Lochte, que cumplió los pronósticos y se colgó el primer oro de los Juegos de Londres e infligió un dolorosa derrota a Phelps, el nadador más grande de la historia, que tuvo que agachar la cabeza, ya que no se metió ni el podio.
El tan esperado mano a mano entre los dos norteamericanos no llegó ni a intento de desafío, pues desde muy pronto, en el primer largo de la mariposa, Lochte empezó a tomar distancias. Tocó primero en el primer largo y no abandonó la cabeza de la carrera hasta el final. Actual campeón del mundo y especialista en la distancia, salió a por todas, con la idea de reventar la carrera. Y bien que lo logró. De hecho, hasta los 350 metros consiguió nadar con registros que iban por debajo del récord mundial de Phelps. Nadó a la campeón, metiendo un cuerpo a sus rivales desde bien pronto. En cambio, el tiburón de Baltimore, que hace cuatro años, tras colgarse el oro en Pekín, afirmó que nunca más volvería a competir en los 400 estilos, demostró que sufre mucho con esta prueba. Desde la calle 8, salió muy lento, sin referencias y dosificando en la mariposa, su estilo favorito, y también en la espalda, la especialidad de Lochte, en la que se le fue demasiado.
Lochte apretó en la espalda y en la braza, donde le metió cuatro segundos entre ambas y ahí se acabaron las opciones a la victoria de Phelps. Se le vio lento y falto de ritmo. De hecho, por la mañana, en las clasificatorias, ya dio muestras de debilidad, pues obtuvo la octava mejor marca de los finalistas. Pareció un despiste, pero no lo fue, porque luego, por la tarde, refrendó las malas sensaciones. Phelps no transmitió buenas señales y se quedó sin la triple corona, el tercer oro consecutivo en una misma prueba que ningún nadador ha logrado en la historia del olimpismo.
Thiago Pereira y Kosuko Hagune acompañaron a Lochte en el podio. Ryan dio primero en el pique con Michael y toma ventaja por el galardón de mejor nadador de los campeonatos. Un título que tranquilamente podría ganar también el chino Yan Sun. Se colgó el oro en los 400 libres de forma arrolladora, es plusmarquista mundial en 1.500 y es la sensación en el estilo de crol. Lo nada como nadie: de menos a más, midiendo a los rivales, a los que derrota en los 100 finales. El coreano Taechwan Park salió como un tiro, pero no se despegó de Sun, que hizo sus dos mejores largos (a excepción del primero, que está beneficiado por el salto), entre el 300 y el 400. Impecable Sun, que opta sin lugar a dudas al doblete en el medio fondo.
La última final de la jornada deparó un nuevo duelo a muerte entre Holanda, Australia y Estados Unidos en el relevo femenino de 4x100 libres, que se llevaron las representantes de Oceanía tras una gran última posta.
