LONDRES 2012
Las chicas de gimnasia rítmica en la T-4. /Efe
Durante los días previos al comienzo de los Juegos se habló mucho del ambiente 'especial' que se respira en la villa olímpica, lugar en el que residen la mayor parte de los deportistas durante los días de competición. Confidencias sobre las fiestas y los devaneos de los atletas en algunos medios de comunicación dispararon la imaginación de muchos y engordaron el sueño olímpico de tantos otros. Lo cierto es que la mayor parte de la delegación que este lunes volvió a casa destacó ante todo el carácter «deportivo» que se respiraba en la villa.
Beatriz Fernández, jugadora del equipo olímpico de balonmano, aseguró haber disfrutado del entorno de los Juegos de una manera «muy tranquila». En su opinión, alrededor de la villa hay mucha leyenda aunque admitió que existe algo de realidad. «El ambiente ha sido muy bueno, todos los deportistas eran 'superaccesibles' y si además los resultados acompañan puedes disfrutar más». Como muchos otros, la balonmanista aprovechó para sacarse varias fotos con otros deportistas. «Además de con los españoles me saqué fotos con Lebron James y Kobe Bryant, fueron muy majos», presumió la cántabra.
Ese espíritu de camaradería entre los deportistas es el que hace que para ellos unos Juegos sea una experiencia especial. Víctor Claver resaltó que «estar en la villa es algo único, es lo que hace distinto unos Juegos. El ambiente que se vive por allí es genial». Aunque cuando el valenciano fue preguntado acerca de si tenía algo que contar sobre las noches en la residencia olímpica, Claver sonrió y dijo que de no se podía contar nada. «Lo que pasa en la villa, se queda en la villa», sentenció. Tampoco Rudy quiso responder sobre las intimidades olímpicas.
Laura Ester, una de las chicas del equipo de waterpolo, recordó especialmente los últimos cuatro días de los Juegos. «Durante la mayor parte del torneo no pudimos disfrutar mucho, íbamos del apartamento a la piscina y no teníamos tiempo para más, pero los últimos cuatro días ha habido más fiestas con el resto de compañeros, hemos tenido tiempo de investigar en la villa.», confesó con una sonrisa la jugadora catalana.
Veteranos y novatos
No hubo un deportista que no resaltara lo especial de vivir los Juegos desde dentro, Saúl Craviotto se lamentó de no poder haber compartido más tiempo con la mayor parte de sus compañeros debido a lo alejado del canal en el que debía competir: «Una pena no haber vivido la villa». No obstante, el palista de Lleida ya pudo disfrutar de la experiencia en Pekín. «Lo mejor es que se respira un ambiente de deporte, te cruzas con otros atletas con tus mismos objetivos, está muy bien», recordó Saúl.
Las chicas de gimnasia artística apenas pudieron experimentar ese ambiente de los Juegos, ya que se alojaban en un hotel apartado. Pero el día de la clausura pudieron disfrutar de la fiesta que la organización dio para todos los deportistas. Elena López tiene 17 años y estos han sido sus primeros Juegos afirmó que a pesar del trabajo y de no estar alojada con el resto de atletas saboreó el entorno tanto en la competición como en los tiempos de ocio. «Aunque entrenamos muchas horas intentamos divertirnos. Estando todas juntas te ríes y te lo pasas bien a pesar de no estar con el resto de los deportistas», explicó. La gala de clausura fue para las gimnastas su primera incursión en la villa y el mejor premio además de su diploma: «Estaba todo muy chulo, los fuegos artificiales, la música, las 'Spice Girls'. Fue una noche muy guay porque hasta entonces no habíamos tenido tiempo de nada. ni de comprar un pin».
