LONDRES 2012
Marc Gasol, durante un entrenamiento./Gustau Nacarino (Reuters)
Después de ganar ampliamente a España, su gran rival, el martes por la noche, madrugada ya de miércoles en el Palau Sant Jordi, James Harden, escolta de Estados Unidos, siete puntos en cuatro minutos y medio, enfiló el pasillo de los periodistas con menos certezas de las que sugería el marcador (78-100):«No me fío de España. Esto no ha tenido nada que ver con el equipo que luego vamos a encontrarnos en los Juegos».
Algo de eso anunciaban también desde el lado español en los prolegómenos de un encuentro que se anunciaba como la final de fogueo del 12 de agosto en Londres. Se hablaba de bazas tácticas reservadas, de que se debía poner el choque en su dimensión, es decir, un amistoso con cierto tono festivo, en el que, evidentemente, aún no se repartían medallas. Pero Harden, en el pasillo de los bajos del Sant Jordi, pensaba en algo más concreto, en los 2,16 metros y 120 kilos de Marc Gasol . Con sólo un «cinco» auténtico para todo su juego interior, Estados Unidos teme la vuelta del pequeño de los Gasol .
Su ausencia mide lo mismo vista desde los dos bandos. Se lesionó el hombro izquierdo en el amistoso de preparación para los Juegos contra Túnez, el 13 de julio, y los primeros días no mejoró como esperaban los médicos. Él rumbiaba su dolor preocupado y también preocupado rumiaba Sergio Scariolo el posible desbaratamiento de sus planes:«Dependemos mucho de cómo se recupere Marc », decía.
También parece que dependen mucho de eso los estadounidenses. «Cuando él juegue va a ser mucho más duro. Es muy grande, buen pasador y buen tirador», explicaba Kobe Bryant también después del partido contra España en ese pasillo del Palau Sant Jordi. «En el último año su juego ha dado un salto extraordinario».
Marc Gasol es el punto en el que confluyen las debilidades reconocidas del equipo diseñado con Mike Krzyzewski con las mayores fortalezas del cuadro de Sergio Scariolo. Estados Unidos tiene poco músculo y centímetros en el área de influencia de los hermanos Gasol y Serge Ibaka. Pero mientras siga maltrecho el hombro de Marc , no es suficiente.
En su digestión de la victoria, los estadounidenses, uno tras otro, se centraron en las consecuencias de ese hombro. También Deron :«No creo que el de esta noche sea el equipo que nos encontremos en los Juegos. Les faltaba Marc Gasol ».
Calma en España
Mientras desfilaban los de Krzyzewski con su tono desconfiado, en el vestuario de España, a Scariolo se le vio notablemente tranquilo.
Antes del partido, Marc , en su mejoría acelerada en las últimas fechas, realizó la rueda de calentamiento con sus compañeros. Otro paso.
La derrota molestó a los jugadores, tocados sobre todo en los primeros momentos. A algunos, como a Pau, de manera especial:«No me gusta perder, aunque sea un amistoso», decía al final. Pero el impacto fue limitado. El encuentro ha dejado en la selección algunas lecciones que creen que podrían resultar decisivas más adelante.
Contuvo algunos ingredientes de baño de realidad en un momento en que algunos relatos daban por hecha la victoria de España sobre Estados Unidos.
Tenga lo que tenga España bajo el tablero, son capaces de imponer su físico en otras zonas. «Somos más pequeños, y eso nos obliga a jugar más agresivo», explicaba Deron Williams. Eso les permitió trece recuperaciones frente a las cinco de España, pero también les cargó con 27 faltas, por 15 de España.
Aunque más allá de esos números está la preocupación por lo que provocan combinados con la ventaja estadounidense también en los rebotes. La mezcla provoca un escenario que anula esa prevista ventaja interior de España. A la carrera, no se nota, y a la carrera anotó EE.UU. más de 30 puntos el martes por la noche.
En un hipotético nuevo duelo con EE.UU. el peso de la vuelta de Marc Gasol no sólo depende de lo que suceda bajo el tablero.
