Las dudas se disiparon en poco tiempo. Miles de personas, más de 3.000, según estimó la Policía Local a pie de calle, acudieron ayer a la concentración convocada por los docentes de Jerez en repulsa a la brutal agresión que sufrió un profesor del CEIP Andrés de Ribera la pasada semana. Si la convocatoria se quedó en el aire a última hora del lunes por el recordatorio de la Delegación Provincial de Educación que la huelga legal era la del día 15, convocada por los sindicatos, y no la que se celebró finalmente ayer, la respuesta de la comunidad educativa no ha podido ser más contundente. La mayoría de los colegios cerraron y otros abrieron sólo con servicios mínimos para que los docentes pudieran acudir al acto. Incluso hubo representantes de centros escolares de otras localidades como El Puerto de Santa María o Puerto Real y de centros concertados como Las Esclavas.
Lo que en un principio estaba planteado como concentración en la plaza del Arenal se convirtió pronto en una manifestación que recorrió la calle Larga y que llegó hasta la Alameda Cristina, donde los agentes de la Policía Local cortaron el tráfico.
Los docentes, padres y alumnos llegaron cargados de pancartas, carteles y pegatinas que se repartieron entre los asistentes con la leyenda Las escuelas son espacios de paz y convivencia. No a la violencia.
Tomás Yuste, profesor del CEIP La Unión estuvo presente en la concentración: «Al principio estuvo todo bien organizado y surgieron problemillas de descoordinación con los que no estoy de acuerdo». Explicó que «se trata de un tema delicado que cada vez se ve más y que los políticos se encargan de ocultarlo y quitarle importancia. Deberíamos estar más respaldados porque la mayoría no nos limitamos a enseñar».
El director del San Vicente de Paúl, Francisco Corral, aseguró que «no tenemos muchas armas ahora. Es un problema de educación a nivel social y hay que encauzar los mecanismos adecuados». Los padres y madres de alumnos también tuvieron una cuota importante de participación, entre ellos, la presidenta de Las Granjas, Mari Carmen García: «Esto no puede volver a ocurrir nunca más. La persona que lo ha hecho que vea que todo Jerez está en contra». Lo corroboró la presidenta de la Flampa, Rosa Saborido, «los padres no somos nadie sin los profesores ni viceversa y a veces se nos olvida que hay algo en medio, que son los niños, y por ellos, merece la pena todo».
Arte contra la violencia
Alumnos de la Escuela de Arte de Jerez se dieron cita ayer en la plaza del Arenal y utilizaron su talento para decorar algunas pancartas. No fueron los únicos alumnos que acudieron a la manifestación. También lo hicieron muchos acompañados de sus padres y profesores que gritaban Por la convivencia, no a la violencia. Isabel María Domínguez y su amiga Laura Aparicio dejaron sus clases en el instituto para apoyar al profesor: «Está muy mal lo que ha pasado. En el instituto hemos hecho actividades porque esto no puede ser». Tampoco fue a clase Esther Sampalo, de doce años, que acudió a la manifestación acompañada por sus padres: «Los padres deberían haber hablado primero con el profesor». Su compañera de clase, Julia Domínguez, piensa lo mismo: «Después del día de la paz no se puede llegar al colegio a pegar a un profesor».
En el multitudinario acto también estuvieron el delegado de Planes Especiales, Educación y Voluntariado, Antonio Sánchez, y la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que le mostraron su apoyo al profesor agredido.
No podía perderse esta cita el profesor Antonio Granados, del CEIP La Ina, que lleva 15 años trabajando la convivencia escolar: «Se están moviendo los sentimientos más profundos de la sociedad y tenemos que luchar por construir cada día un mundo de paz y es posible, de verdad. Si el principio básico de la no violencia no lo ponemos por delante de todo, se nos hunde cualquier lucha. Nos da igual que sea legal o no. Es lo que la sociedad necesita».
vmontero@lavozdigital.es
