Los ministros de Economía de los Veinticinco quisieron ayer dejar claro que la respuesta de Europa a la globalización no debe ser el proteccionismo, sino una mayor liberalización y desregulación para alcanzar un verdadero mercado único para fomentar el crecimiento económico y reducir el desempleo.

Tras el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), el ministro austríaco de Finanzas, Karl-Heinz Grasser, aseguró que los 25 estuvieron de acuerdo en «subir una marcha en la aplicación de reformas estructurales», para «llevar a la practica el establecimiento de un mercado interno», que elimine la fragmentación y reduzca la regulación del mercado. «Se ha dado una clara señal de que el proteccionismo agrava nuestros problemas» y que «es una razón de la alta tasa de paro en nuestros países», recalcó. Grasser matizó que la liberación debe de conjugarse con apoyo al trabajador, pero no protegiendo su puesto de trabajo, sino fomentando su capacidad de adaptación a través de la formación hacia un nuevo empleo.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, coincidió con Grasser en que se «debe evitar el proteccionismo, eliminar obstáculos para aumentar la competitividad y mejorar la integración de nuestros servicios financieros», pero se deberá «convencer a la ciudadanía de que este es el mejor camino para afrontar el futuro».

Beneficios

Por su parte, el vicepresidente español, Pedro Solbes, destacó que los 25 están de acuerdo en que «la globalización es un hecho» y que el problema está en cómo hacerle frente y en transmitir a los ciudadanos que pueden beneficiarse de ella.

Para ello, indicó, es fundamental vincular el proceso de globalización a la creación de empleo.