El Rey intentó sin éxito que Lorenzo y Pedrosa hicieran las paces tras la carrera

Hasta el Rey lo intentó. Pero no hubo suerte. Apaciguador y diplomático como siempre, don Juan Carlos I aprovechó el paso de los dos mejores pilotos de la actualidad por el podio del Circuito de Jerez para intentar que Jorge Lorenzo (Yamaha) y Dani Pedrosa (Honda) hicieran las paces tras una larga concatenación de infelices desencuentros.

El Rey felicitó a los dos pilotos en una zona semiprivada de la tribuna principal y, tras los pertinentes agradecimientos, los acercó y les cogió las manos solicitando un apretón que iniciara una paz que cerrara un conflicto que es la comidilla de la MotoGP tanto dentro como fuera de las fronteras españolas.

Caso omiso

Desgraciadamente para la buena imagen del motociclismo español (pero afortunadamente para el espectáculo y la atracción que provoca entre los medios de comunicación y la afición un enfrentamiento a este nivel), Lorenzo y Pedrosa hicieron caso omiso al monarca español y tras tenderse las manos sin mucha efusividad continuaron sus caminos y carreras sin mirarse y evitando cualquier otro roce.

El distanciamiento volvió a hacerse evidente en la sala de prensa, a la que acudieron los tres primeros clasificados (los españoles y Valentino Rossi).

Tras unas pocas preguntas sobre la carrera, los periodistas extranjeros inquirieron a ambos pilotos por su relación personal y deportiva y si el gesto del Rey había servido de algo. Ambos pilotos se salieron por la tangente en sus respuestas. «Ha sido un placer que el Rey acudiera al circuito. Creo que la afición ha disfrutado mucho con carrera y ha sido un honor recibir el trofeo de manos de su Majestad», aseguró un tímido Pedrosa.

Lorenzo fue aún más escueto: «El Rey es un hombre de motos y sabemos que le gusta venir a las carreras. Es normal que haya venido». Las contestaciones en inglés no ocultaron la intención ambos pilotos de dar un capotazo a las inquisitivas preguntas sobre sus sentimientos mutuos.

La colección de imágenes de desencuentro entre los dos españoles comenzó al inicio de la mañana. A ambos les costó salir a atender a los aficionados. Apenas se les vio por el paddock, mientras que Valentino Rossi hacía las delicias de todo el mundo con sus constantes paseos en ciclomotor y su paciencia infinita para atender a sus seguidores con una permanente y contagiosa sonrisa en su rostro.

En la rueda de prensa, Lorenzo se removía incómodo mientras respondía Pedrosa, y éste perdía la mirada cuando le tocaba el turno a Lorenzo. Mientras, otras vez, Rossi no paraba de reír (seguramente de ambos), e incluso cruzó alguna broma con Pedrosa, que no hizo mucha gracia Lorenzo, excluido de la conversación.

Está claro que el choque de personalidad, muy distintas entre sí, de Lorenzo y Pedrosa va a continuar en los próximos grandes premios. Un aliciente más para una afición que en Jerez ya se vio claramente dividida entre uno y otro. Naranja o limón. The Beatles o Rolling Stones. Playa o montaña. Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa. Hay que decidirse.

restevez@lavozdigital.es