Una multitud espera en las calles de Rabat el paso del rey Mohamed VI, que inauguró ayer la legislatura del nuevo parlamento
Una multitud espera en las calles de Rabat el paso del rey Mohamed VI, que inauguró ayer la legislatura del nuevo parlamento - EFE

Mohamed VI abronca a los funcionarios de Marruecos en el estreno del nuevo Parlamento

El monarca del reino alauí critica que algunos aprovechen su puesto para sus asuntos personales o partidarios y critica la incopetencia en la Administración pública

Madrid/Rabat Actualizado: Guardar
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Mohamed VI inauguró este viernes el nuevo parlamento de Marruecos salido de las elecciones del pasado día 7 y aprovechó la sesión de apertura de la décima legislatura para emplearse con dureza contra los funcionarios de Marruecos por la incompetencia de la Administración a la hora de prestar servicio a los ciudadanos. Incluso criticó que algunos aprovechen su puesto para gestionar sus propios asuntos.

A juicio del monarca del reino alauí, «es triste comprobar que algunos explotan el mandato que les es delegado por el ciudadano para administrar los asuntos públicos y aprovechan para ajustar sus asuntos personales o partdiarios, en lugar de servir al interés general, motivados en eso por cálculos electoralistas», dijo en su discurso ante los miembros de las dos cámaras.

En la primera sesión de la décima legislatura tomaron posesión los 395 miembros de la Cámara de Representantes elegidos en las elecciones legislativas del 7 de octubre, en la que el Partido Justicia y Desarrollo (PJD) de Abdilelah Benkirán amplió la mayoría que había cosechado en 2011, pasando de 107 a 125 escaños. El rey marroquí no hizo alusión alguna a las negociaciones para la formación de gobierno.

«Los servicios públicos padecen sobreabundancia de efectivos, falta de competencia y ausencia de responsabilidad de muchos funcionarios»
Mohamed VI

En su discurso ante los parlamentarios, todos rigurosamente vestidos con el tradicional «barnús» (capa blanca) y babuchas, el monarca lanzó en cambio un inusual rapapolvo contra los servicios de la administración.

Los servicios públicos están aquejados de «sobreabundancia de efectivos, falta de competencia y ausencia de responsabilidad en el caso de muchos funcionarios», lo que se traduce en «un débil rendimiento y una pobre calidad de servicios prestados al ciudadano».

«Un cobijo que garantiza un salario»

Para Mohamed VI, no cabe duda de que el funcionariado «representa para muchos un cobijo que garantiza un salario mensual, sin tener que rendir cuentas de su trabajo», algo que traduce «una cultura antigua anclada en la mayoría de marroquíes».

Citó como ejemplos los retrasos en la entrega de documentos, la lejanía de muchas oficinas cuando en teoría hay un estado descentralizado, el silencio ante las denuncias de los ciudadanos o el impago de indemnizaciones cuando es el estado quien debe pagar.

Los consulados marroquíes (que dan servicio a más de cuatro millones de residentes en el extranjero) fueron citados en varias ocasiones como ejemplos de este desdén por los ciudadanos, así como las oficinas que deben responder ante los proyectos de inversión y que no hacen sino demorarlos, o la administración de Justicia, aquejada de gran lentitud en sus procedimientos.

El rey de Marruecos dijo que todas estas cuestiones explican en parte que muchos ciudadanos pidan su intervención o su ayuda mediante cartas u otros mensajes.

Aunque afirmó estar «orgulloso de tratar directamente con mi pueblo y arreglar sus problemas sencillos», Mohamed VI añadió que esto no sucedería si el ciudadano no encontrara tan a menudo puertas cerradas o negligencia entre los funcionarios.

No hubo ninguna alusión a la formación del nuevo gobierno, en un momento en que el Partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista) negocia discretamente con los distintos partidos representados en la cámara, pues necesita el apoyo de al menos dos partidos más para formar una cómoda mayoría que dé estabilidad a su gobierno.

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