Las fuerzas de Al Assad prosiguen su avance en Alepo

Apoyadas por los efectivos rusos, las tropas gubernamentales se adueñan de la localidad de Kefeen, mientras miles de refugiados continúan agolpándose en la frontera turca

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Ejército sirio, con apoyo de las milicias y fuerzas rusas, se ha hecho con el control en las últimas horas de otra localidad más en la zona rural del norte de la provincia de Alepo, según han informado los medios oficiales y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Según la agencia oficial SANA, que cita fuentes militares, una unidad del Ejército ha conseguido «restaurar la seguridad y la estabilidad» en la localidad de Kefeen «tras eliminar a los últimos focos terroristas en ella».

De acuerdo con el Observatorio, con sede en Londres y una amplia red de informantes en Siria, las fuerzas de Bashar al Assad han estado apoyadas por milicianos leales y por efectivos de la Guardia Revolucionaria iraní.

La toma de Kefeen, según el Observatorio, deja a las fuerzas sirias a 5 kilómetros de la estratégica localidad de Tal Rifaat y a tan solo 25 kilómetros de la frontera con Turquía, la distancia más cercana a la que han estado las fuerzas del régimen desde agosto de 2013.

Las fuerzas leales a Al Assad han lanzado en los últimos días una gran ofensiva en el norte de la provincia de Alepo, lo que les ha permitido cortar la línea de suministro a los rebeldes que controlan buena parte de la ciudad del mismo nombre. Los avances han venido facilitados en gran medida por los intensos bombardeos aéreos llevados a cabo por la aviación rusa, que apoya a Damasco. Según el Observatorio, al menos ocho civiles han muerto, cuatro de ellos niños, en dos bombardeos atribuidos a la aviación rusa en las localidades de Maarraat al Artiq y Anadan, en esta zona de la provincia.

El avance de las fuerzas de Al Assad agrava la oleada de refugiados sirios que huyen de la guerra en su país y vuelve a poner en evidencia las contradicciones en las que entran todos los países que tratan de dar una respuesta a esta crisis humanitaria que dura ya casi cinco años. Alrededor de 35.000 personas, según fuentes oficiales turcas, se agolpan en el lado sirio del paso fronterizo de Bab al Salama.

Turquía restringe el paso

No obstante, solo 5.000 personas, aquellos en situación de extrema vulnerabilidad, han entrado en territorio turco a lo largo de las últimas horas, de acuerdo con los datos proporcionados por el Ministerio de Exteriores. El paso, que en turco tiene el nombre de Oncüpinar, ha permanecido cerrado durante gran parte de los últimos doce meses. Y con la crisis actual las autoridades no han cambiado de parecer.

«Nuestras puertas no están cerradas, pero por el momento no hay necesidad de hospedar en nuestro territorio a estas personas», aseguró ayer Suleyman Tapsiz, el gobernador de Kilis, la localidad turca junto a la frontera. Tapsiz subrayó que ya se ha distribuido comida, mantas y tiendas a los sirios que esperan a poder entrar en Turquía. Las organizaciones humanitarias en el lado sirio de la frontera señalan que, ante esta decisión, muchas personas deciden buscar refugio en la cercana ciudad de Azaz, controlada por las milicias rebeldes, o en Afrin, una región bajo el poder de los kurdos de Siria.

Ver los comentarios