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El vicepresidente primero de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, durante la rueda de prensa - EFE

Varios estados ponen obstáculos para llevar adelante un acuerdo con Turquía sobre los refugiados

Bruselas califica de «cinismo» oponerse a pactar con Ankara

CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El primer vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, considera que aquellos que se oponen a pactar con Turquía una fórmula para gestionar el problema de los refugiados «actúan con hipocresía». En vísperas de la reunión de jefes de Estado o de Gobierno que comienza hoy en Bruselas y que debe tomar una decisión sobre ello, todas las instancias comunitarias se esfuerzan en dar garantías de que la parte más polémica, las expulsiones a Turquía de los que han llegado a Grecia de forma irregular, se harán siguiendo una fórmula «temporal» que respetará los principios legales internacionales y europeos. En la última versión de la propuesta pactada por los embajadores de los países miembros se acordó ayer mismo citar la aplicación de la directiva de asilo, para reforzar las garantías legales.

Para Merkel, esta fórmula «podría desbaratar el negocio de los traficantes de personas en el Egeo»

La canciller alemana, Angela Merkel, que es quien negoció directamente con el primer ministro turco hace diez días, también ha defendido la puesta en práctica de esta fórmula que consiste en que la UE expulsará a Turquía a los refugiados sirios que se encuentran ilegalmente en Grecia a cambio de aceptar el mismo número de los que formulen su solicitud legalmente desde Turquía. Según Merkel, esta fórmula «podría llevar a desbaratar el fundamento del negocio de los traficantes de personas en el Egeo, y dar en su lugar una alternativa legal que sería más segura para los refugiados y controlable para Europa». Los grupos políticos en el Parlamento Europeo y muchas organizaciones internacionales consideran que se trataría de expulsiones masivas contrarias a la ley.

Los países miembros también han acotado las concesiones a Turquía, especialmente en lo que se refiere a la concesión de la exención de visados. Turquía quiere que se empiece a aplicar a partir del 1 de julio, pero la mayoría de países insisten en que es necesario que cumpla estrictamente los requisitos técnicos para ello, incluyendo la necesidad de imponer a su vez visados a terceros países.

También se mantiene la indefinición sobre la aceleración de las negociaciones de adhesión. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, llegará a Bruselas hoy por la noche, pero no se sentará a negociar con los europeos hasta el viernes por la mañana. La esperanza indisimulada de los dirigentes comunitarios es que lo que se haga consiga parar el flujo de refugiados y rebajar la presión sobre Grecia, que acumula miles de refugiados.

Entre los países que han mostrado reticencias al acuerdo con Turquía, en especial a su adhesión a la UE, exigencia que rechaza Chipre por la ocupación de la parte norte de la isla por parte de ese país.

Por su parte, el Gobierno español se ha mostrado en contra de las expulsiones masivas de refugiados a Turquía.

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