Los atentados con vehículos son baratos y fáciles de organizar, pero difíciles de prevenir

Los terroristas recurren cada vez más a los atentados con vehículos -como se ha visto este miércoles en Londres, en diciembre en Berlín y el pasado verano en Niza- porque resultan baratos, fáciles de organizar y difíciles de prevenir. Los expertos en terrorismo aseguran que la estrategia de atropellar a peatones evita tener que conseguir armas y explosivos, puede ser ejecutada por un «lobo solitario» sin la ayuda de una red de activistas y disminuye el riesgo de levantar las sospechas de las fuerzas de seguridad.

«Este tipo de ataques no necesita una preparación especial, es «low-cost» y está al alcance de cualquiera», asegura a Reuters Sebastien Pietrasanta, un parlamentario socialista francés experto en terrorismo.

Suelen ser acciones «individuales, bastante espontáneas».

Este miércoles en Londres, cuatro personas murieron y al menos una veintena resultaron heridas después de que un vehículo todoterreno arremetiera contra los viandantes en el concurrido puente de Westminster, junto a un Parlamento en plena sesión.

Menos organizados que los de París y Madrid

Los camiones tuvieron un efecto devastador contra la multitud el año pasado en Niza y Berlín, frente a los ataques más organizados que sufrieron París (2015) y Madrid (2004) y también Londres (2005), en los que actuaron terroristas suicidas y hombres armados.

Daesh reivindicó el atentado de Niza del pasado julio, cuando el yihadista que conducía un camión mató a 86 personas que celebraban la fiesta nacional francesa, y el de Berlín del pasado diciembre, en el que otro vehículo pesado atropelló y asesinó a doce personas en un mercadillo navideño.