Fernando Alonso compareció ante la prensa después de bajarse de su monoplaza un tanto cariacontecido. El piloto español, que se llevó su segunda vuelta rápida de carrera en esta temporada, sabía que podían quitarle en cualquier momento el quinto puesto con el que había entrado en meta, no porque considerara que había hecho nada ilegal, sino porque “nunca sabes lo que van a decidir los comisarios”.
De hecho, antes de conocer que los comisarios no iban a castigar a nadie, para Alonso era más punible lo que había hecho Vergne que su propio adelantamiento. “Yo lo veo como que tendrían que penalizar a Vergne porque la regla dice que cuando tienes una porción del coche a la par que el otro no puedes utilizar todo el espacio de la pista, y estábamos rueda con rueda y él se fue justo a la línea, al bordillo, así que supongo que me echó de la pista. O te vuelves invisible o si no tienes que ir por ahí”, se justificaba el asturiano. Al final, todo se quedó en un lance de carrera.
Para Alonso ha sido una carrera divertida a medias. Y es que, para un corredor acostumbrado a luchar por victorias, verse tan atrás no es cómodo. “Cuando estás octavo o noveno tampoco es que te lo pases demasiado bien, pero bueno, ha quedado un Mercedes delante de mí y otro por detrás, eso era lo que había que hacer, intentar minimizar los daños en un fin de semana difícil. En cuanto al campeonato de constructores, con el abandono de Kimi hemos salvado también un poco la masacre que parecía que iba a ser este fin de semana”, explicó.
Quedan dos carreras, y la próxima es el trazado texano de Austin. ¿Mejorará su rendimiento allí? Alonso lo espera. “Hemos tenido un fin de semana bastante complicado aquí, muy lejos de los mejores, y ojalá podamos volver al ritmo que teníamos en India, que parecía que estábamos un poco más cerca, o en Japón, que acabamos cuartos rozando el podio. Hay que intentar estar en el podio en algunas de las carreras que faltan, en Austin o en Brasil”, concluyó.
