EDUCACIÓN

La enseñanza afectivo-sexual en Primaria y Secundaria genera un importante debate

Algunas comunidades autónomas están aprobando normas que incluyen estos estudios en centros públicos y concertados

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En las últimas legislatura se están presentando y aprobando en muchas comunidades autónomas iniciativas que fomentan la inclusión de la enseñanza de la diversidad afectivo sexual en centros públicos, concertados y privados de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Y aunque a un sector de la sociedad le ha parecido correcto e integrador, diversas asociaciones como el Foro de la Familia consideran que con estas leyes se atenta contra libertad de enseñanza y el pluralismo ideológico en materia de sexualidad, aparte de que se salta el derecho y deber de los padres de educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones. Isabel Casalduero, diputada socialista en la Asamblea de Murcia y ponente de una ley que defiende esta enseñanza en su región, y Mariano Calabuig, presidente del Foro de la Familia, exponen las razones por las que están a favor y en contra de esta norma.

A FAVOR

Isabel Casalduero defendió la ley de igualdad social de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales aprobada en la Región de Murcia que interviene en temas de educación: esta experta asegura que:

—La adaptación del sistema educativo hacia la integración del respeto de la diversidad afectivo-sexual, así como de las diferentes expresiones de identidad de género, es fundamental para lograr la superación de los estereotipos y los comportamientos sexistas, la desigualdad y la discriminación. No es una ideología que se pretenda imponer, como algunos y algunas se empeñan en trasladar, sino que se trata de intentar educar en la tolerancia, la diversidad y la aceptación de cada cual como es de tal manera que, a través del sistema educativo, se reconozca y normalice la existencia de esa diversidad.

—Se genera una cierta alarma, intencionada creemos, por parte de algún sector porque piensan que pretendemos inculcar a los niños y niñas lo que ellos denominan «ideología de género», y esa no es la clave ni el camino. La intención es normalizar, educar en la aceptación y normalización de cualquier tipo de muestra de afecto entre personas, independientemente de su orientación o identidad sexual. Todo ello debe llevar a la aceptación sin prejuicios de la diversidad.

—Decía el gran activista Pedro Zerolo que «hay que caminar hacia la igualdad social, combatiendo contra la homofobia, la transfobia, la bifobia… y eso solo se consigue con educación, educación y educación». Y es que educar en la tolerancia, en el respeto, en la igualdad de todos y todas, es el único camino para atajar de manera definitiva la discriminación y la desigualdad. Es un reto en el que nuestra sociedad debe seguir avanzando.

—Por dar tan solo unas cifras: más de la mitad de los jóvenes homosexuales españoles han sufrido acoso escolar, y el porcentaje de acoso es aún superior en el caso de los niños transexuales, cuyos problemas son más visibles y por tanto, sufren mayor riesgo de sufrir acoso o discriminación.

—Casi el 13% de los delitos de odio que se cometen en nuestro país son debidos a la orientación o a la identidad sexual de la víctima, creciendo, además, en los últimos años el número de delitos cometidos por menores.

—Se calcula que aproximadamente el 70% de los delitos de odio por orientación sexual no llegan nunca a ser denunciados.

—Hechos como el de ser llamado por el nombre con el que se identifica o ir al baño, tan normales para cualquier niño o niña, pueden convertirse en toda una tortura para un niño o niña transexual, y la actuación de los centros educativos no puede no estar regulada en estos casos porque los poderes públicos deben garantizar la libre expresión de la identidad de género a todas las personas. Se trata de garantizar derechos que se suponen inherentes a la condición humana. No se está pidiendo nada que no esté ya contemplado y previsto, empezando por la Declaración de los Derechos Humanos o nuestra propia Constitución.

—Combatir estas cifras es una obligación de nuestra sociedad. Atajar la desigualdad y la discriminación, debe ser una apuesta de todos y todas. De todos los gobiernos de cualquier ámbito, autonómico y estatal. Por eso hemos impulsado esta Ley en la Asamblea Regional de Murcia.

—Es decir. Hay que educar, hay que normalizar y hay que visibilizar. Por todo eso, consideramos necesario promover la integración en el currículo autonómico, así como en los planes docentes y de convivencia, medidas de formación y de respeto a la diversidad de género en todos los niveles educativos, así como la adopción de un protocolo de atención a la identidad de género que sirva de guía al personal docente y de servicios en la atención a la comunidad educativa. 

EN CONTRA

Mariano Calabuig es presidente del Foro de la Familia y acérrimo defensor de que los padres elijan el tipo de educación que quieren que reciban sus hijos. Se muestra totalmente contrario a que este tipo de educación se imparta en las escuelas y así lo explica:.

-Las recientes leyes aprobadas en las Comunidades de Murcia y Madrid, y con anterioridad en Extremadura, Galicia y Cataluña, contra la discriminación por diversidad sexual o de identidad y expresión de género, bajo la apariencia de igualdad y no discriminación suponen una amenaza para derechos fundamentales como la libertad de pensamiento y la libertad ideológica y religiosa, o la educación en libertad, al establecer privilegios para un grupo de personas obligando a la sociedad y a las administraciones públicas a normalizar y aceptar una forma particular e ideológica de entender a la sexualidad y a la persona, propia de la ideología de género.

-Son normas innecesarias en términos jurídicos al existir en nuestro ordenamiento una completísima legislación en defensa de la igualdad y contra la discriminación.

-Pretenden que el rechazo a la visión de la sexualidad propia de la ideología de género que inspira a estas legislaciones se identifique como discriminación u homofobia.

-Invaden el ámbito familiar y limitan la patria potestad de padres y tutores, pues estos no podrán hacer valer su propia visión del interés del menor si se negaran a autorizar tratamientos relacionados con la transexualidad, negativa que sería recurrida judicialmente. (El Colegio Americano de Pediatras ha declarado que los bloqueadores hormonales inducen a un estado de enfermedad, inhiben el crecimiento y la fertilidad en un niño antes biológicamente sano).

-Invaden el ámbito académico incluyendo en los planes educativos pedagogías adecuadas transversal y específicamente. En materia tan delicada como la educación afectivo sexual hay que contar con el permiso de los padres, ¿o es que ellos no tienen nada que decir sobre estos asuntos?

-En el ámbito sanitario y para el caso de la transexualidad, son estas personas quienes imponen al médico el tratamiento de cambio de sexo como un supuesto derecho inexistente con la subsiguiente prestación sanitaria y financiación pública.

-Estas normas expresan un marcado carácter coactivo con un catálogo de infracciones y sanciones que abarca desde multas económicas hasta prohibiciones de acceder a subvenciones o a contrataciones con las administraciones públicas.

-Desde el Foro Español de la Familia sostenemos que no cabe discriminación alguna contra las personas, pero también es cierto, y nuestra Carta Magna así lo reconoce, que para las opiniones en materia de sexualidad ha de aplicarse la libertad de pensamiento, lo contrario es propio de regímenes totalitarios.

Ver los comentarios