¿De verdad existe el instinto paternal?

La respuesta es contundente: Sí. Los hombres también tienen un instinto paternal impreso en los genes. Del mismo modo que a la mujer le llega un día en que «algo» le despierta la necesidad de convertirse en madre, a los varones llega una etapa en su vida que desean tener un hijo, cuidarle, protegerle y querer.

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Los expertos en la materia no dudan al asegurar que este deseo «nace de su propia naturaleza». En ese momento, los hombres adquieren un comportamiento menos agresivo, más estable y más tierno para proteger a su hijo.

Según Susana Peñagaricano, psicóloga directora de ISEP Clínic San Sebastian y Bilbao, cada vez hay más estudios que indican que «el instinto paterno-filial, ese instinto que nos lleva a cuidar, proteger y querer de manera especial a nuestros hijos formando un importante vínculo emocional y afectivo con ellos, existe en los hombres».

¿Los responsables de este instinto? Los cambios hormonales en el hombre. Según varios estudios parece ser que en los varones cuando esperan la llegada de un hijo también sufren cambios hormonales al igual que la mujer. «Se produce un aumento de la prolactina y el estradiol en hombres que conviven con mujeres embarazadas, otro hallazgo es el descenso de la testosterona en hombres que van a ser padres…».

Lo cierto es que no se sabe aún cuál es el mecanismo, ni en qué momento exacto comienza a funcionar, pero parece que «la naturaleza procura un comportamiento menos agresivo, más estable y más tierno en el futuro papá», asegura esta experta.

En un momento en que la sociedad ha relegado a un segundo plano la función y el papel del padre en el crecimiento y desarrollo de los hijos, Susana Peñagaricano insiste en que «la participación del padre en la vida del niño; alimentándolo, bañándolo, abrazándolo, meciéndolo, mirándolo, hablando y jugando con él… les proporciona a ambos un conocimiento mutuo y una experiencia íntima y única que hará crecer el vínculo y lo hará perdurar».