La actriz María José Goyanes rompe su silencio tras la muerte de su hermana Conchita

El pasado 13 de febrero, la actriz Conchita Goyanes fallecía en Madrid a los 69 años de edad. Con una dilatada trayectoria televisiva y teatral, Conchita residía en la localidad malagueña de Coín hasta que el pasado mes de noviembre le diagnosticaron un tumor. Decidió entonces trasladarse a la capital para operarse y seguir un tratamiento.

Perteneciente a la tercera generación de una saga de artistas, Conchita Goyanes (su padre fue el actor Alfonso Muñoz, su madre era Mimí Muñoz y sus hermanas Vicky Lagos, María José y Mara también se dedican a la interpretación), destacó por sus intervenciones en populares teleseries.

Ahora, un mes después de su muerte, su hermana María José Goyanes recuerda a su querida hermana en una conversación con ABC

-El fallecimiento de Concha ha sorprendido incluso a sus más íntimos. ¿Qué sucedió exactamente?

-Todo empezó con unos dolores de cabeza y se descubrió que tenía un tumor cerebral benigno, que al parecer llevaba mucho tiempo ahí. Los síntomas eran dolores de cabeza cada vez más agudos, que confundían y se tardó en diagnosticar. La operaron y la intervención fue difícil y larga. El tumor era inmenso, gigante.

-Al parecer, Conchita se encontraba ensayando una obra de teatro cuando estaba tratándose...

-No, la dejó porque cuando por fin la hicieron un escáner se vio que ese tumor era de dimensiones increíbles. Reunió a la compañía y se despidió. Dijo que no la esperaran porque tenía que operarse. Se complicaron las cosas y no existió una recuperación como esperábamos. Nosotros no pensamos este fatal desenlace, porque se había superado lo más grande que fue una operación de esa magnitud, de horas, horas y horas. La operaron el 23 de noviembre. Pensamos que aunque la recuperación iba a ser muy lenta, iría todo bien. Pero no. De pronto tuvo una parada cardiorrespiratoria y nos dejó a todos tambaleandonos. Todavía seguimos haciéndonos a la idea más d eun mes después de su muerte.

-Hablando de operaciones, usted también ha pasado por tres complicadas intervenciones quirúrgicas...

-Sí, tuve tres operaciones. A los 20 años me operaron del corazón. Hace 12 años me volvieron a operar para sustituir la válvula que tenía. Lo que no sabemos es el tiempo que durará la nueva válvula. La primera vez fueron dos operaciones bestiales en un espacio de diez días, de lo que la gente llama a corazón abierto. A lo mejor la actual me sobrevive.

-¿Qué está haciendo en estos momentos?

-Estoy haciendo la última obra de Ana Diosdado, «El cielo que me tienes prometido». Estamos con bolos aunque en estos momentos está casi todo paralizado. En septiembre abriremos temporada en Madrid, pero todavía no puedo decir en que teatro. Es un teatro oficial.

-¿Llegó a trabajar con su hermana Concha?

-Con mis hermanas Mara y Conchita hicimos «Las cuatro Navidades», de Charles Dickens en televisión. El guión era de Juan Tébar, el padre de los hijos de Conchita. Yo con Vicky nunca hice nada en televisión.

-¿Cómo era Concha?

-Como se veía, una persona divertida,con sentido del humor, inteligente, brillante, maravillosa, tremendamente divertida. Era irrepetible, tipo Mimi Muñoz, mi madre. Hizo «Un fantasma llamado amor», su primera película de protagonista con solo 10 años. Era una especie de Romeo y Julieta de niños. Hizo hasta la vida de Mozart en televisión de niño. Siempre hacía muchas cosas. Creó una Fundación Cultural sin ánimo de lucro, dirigía una asociación Contra el maltrato. Tenía una vida muy llena. Estaba luchando porque se haga un teatro en Coín donde vivía,a veintiocho kilómetros de Málaga. Ella nació allí casualmente. Y allí hizo «Arrallán» donde estuvo cuatro años. Se habla de poner su nombre al teatro de Coín, donde ya tiene una calle con su nombre.