Ángel Antonio Herrera - Cartas a la Alcaldesa
Hacienda
Argumenta Hacienda que no se ciñe a la ley el Ayuntamiento. Y el Ayuntamiento replica con la hoja del saldo. Entretanto, los políticos en vigor ya tienen menú nuevo de debate. Pero si hay pastizara, qué más da, alcaldesa
Resulta que Don Cristóbal Montoro no se gasta un espíritu prenavideño, precisamente, con su Ayuntamiento, alcaldesa, que es el nuestro. Van a asumir desde Hacienda un control semanal de las cuentas del Consistorio , que por lo visto no se ajusta. Y no se ajusta de modo reincidente. Según Hacienda, el último Plan Económico Financiero «está mal elaborado». Procede corregir de inmediato «el incumplimiento en el que incurre sistemáticamente el Ayuntamiento».
A uno, peatón de Alcalá, y contribuyente al loro, lo que le tiene contento del asunto es que, a resultas del conflicto, hemos conocido que el Ayuntamiento va rico, y como nunca, porque «ha reducido sus deudas en más de 2.000 millones de euros en los últimos dos años», según Rita Maestre , musa de los pleitos. Quiero decir que la noticia de que Montoro «interviene las cuentas del Ayuntamiento» ha sido, en rigor, un alegrón, porque así se ha desatado la noticia mayor, y del todo olvidada, a mi juicio: la administración va fastuosa de tesorerías. Hasta hay 1.000 millones anuales de superávit .
Esto también nos lo avala Rita Maestre , alcaldesa, con lo que vaya subidón. No se me escapa que Montoro, cuando se pone, va, se ajusta las gafas y pide la eternidad, previo ajetreo de calculadoras en sus negociados, pero por lo que tengo leído en este lío las pretensiones de Hacienda debieran darnos igual, porque en el Ayuntamiento estamos más bien forrados. Uno es de letras, y dado a la epístola, como aquí usted ve, pero llego a vislumbrar que en estas matemáticas de litigio entre Montoro y usted ganamos los particulares, porque no nos falta una buena pasta, o pastizara, que dicen los castizos.
Argumenta Hacienda que no se ciñe a la ley el Ayuntamiento. Y el Ayuntamiento replica con la hoja del saldo. Entretanto, los políticos en vigor ya tienen menú nuevo de debate. Pero si hay pastizara, qué más da, alcaldesa. Esto no es una intervención, sino un raro modo de darle a lo suyo un premio.
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