Imagen de una manifestación protagonizada por los feriantes del barrio vigués de Bouzas
Imagen de una manifestación protagonizada por los feriantes del barrio vigués de Bouzas - EFE

Un tiroteo y numerosas reyertas obligan a blindar los mercadillos en Galicia

La vigilancia por los ataques a vendedores se extrema para poner «fin a la impunidad»

Santiago Actualizado: Guardar
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La guerra abierta entre el clan de los «morones» y el de los gitanos «zamoranos» ha obligado a tomar cartas en el asunto a la subdelegación del Gobierno en Pontevedra. Con algunos mercados ambulantes todavía suspendidos tras las reyertas registradas en ellos y el tiroteo en el que uno de los zamoranos resultó herido, el subdelegado en la provincia anunció ayer que «la impunidad se ha acabado». La primera medida para poner freno a los disturbios —vinculados con el destierro sufrido por los zamoranos el pasado año— pasará por apoyar la presencia de la Policía Municipal con agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

En una reunión mantenida con representantes de los concellos afectados por el conflicto —entre ellos Vigo, Cangas, Barro, Poio, Redondela, Porriño, Tui, Baiona, Moaña, Vilaboa, Vilagarcía, Cambados, A Guarda, Bueu, Mondariz, Marín, Ponteareas, Salceda y Tomiño—, Antonio Coello anunció que se dirigirá a la Xunta para que tomen medidas basándose en las competencias que le atribuye la Ley de Comercio de Galicia.

«Extorsión de una parte»

Por el momento, y a espera de ver cómo evoluciona el enfrentamiento abierto entre los dos clanes gitanos, ayuntamientos como el de Vigo han decidido mantener la suspensión de los mercadillos (en este caso de A Bouza y Bouzas) hasta que «no estén garantizadas las condiciones de seguridad» y se esclarezcan los graves hechos ocurridos en el tiroteo del túnel vigués de Valladares ocurrido el pasado 21 de octubre. Todavía en fase de investigación, una persona del grupo de los «zamoranos» resultó herida de bala en un glúteo tras una emboscada en la que se vieron atrapados otros vehículos. El coche del afectado recibió siete impactos de bala. Acerca de este lamentable episodio, el concejal de Seguridad del ayuntamiento de Vigo anunció que «los que cometieron los actos delictivos que sepan que van a ser detenidos», al tiempo que lanzó un mensaje a «quienes tengan la tentación de querer cometer actos delictivos». Sin paños calientes, la alcaldesa de O Porriño calificó de «vergonzoso» el destierro sufrido el pasado año por una parte de los vendedores ambulantes y señaló que «en este conflicto todos saben que hay extorsión de una parte hacia la otra», en clara referencia al clan de los morones como controladores de los mercados ambulantes de la zona. Por su parte, el regidor de Cangas pidió a la Fiscalía una actuación «rápida y contundente» para acabar con esta situación.

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