La gastronomía tuvo un espacio importante en la Feira
La gastronomía tuvo un espacio importante en la Feira - Miguel Muñiz

Mucho más que agro en Silleda

La 39ª Feira Abanca Semana Verde se cerró ayer con miles de visitantes y exposiciones de múltiples sectores

Santiago Actualizado: Guardar
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La Feira Internacional Abanca Semana Verde de Silleda se ha convertido año tras año en uno de los acontecimientos señalados para cualquier amante del campo gallego. Miles de personas se dieron cita cada día en el recinto de la localidad pontevedresa para recorrer los centenares de expositores que se pudieron ver en su trigésimo novena edición. Pero el certamen va mucho más allá de lo puramente agrícola, y sirve ya como escaparate multisectorial de numerosas actividades de relevancia, con varios eventos paralelos como el Salón de Alimentación del Atlántico o la Feria de Caza, Pesca y Naturaleza. Sin ir más lejos, al cierre del de este año la Xunta emitía un comunicado para valorar la conclusión do Salón Turístico de Galicia (Turexpo) y la Feira de Festas de Interese Turístico (Festur), en el que subrayó el impulso que supone un evento para el sector.

En esta ocasión, el Gobierno gallego destacó que se produjeron casi 1.300 reuniones de trabajo, en las que estuvieron presentes más de 30 turoperadores de 10 países distintos.

La inmensidad del recinto invita al visitante a perderse durante horas, ya fuera en busca de aperos de oferta o a ver los diferentes concursos de exhibición de razas gallegas de ganado. Las exposiciones son para todos los gustos, y los menos interesados en la agricultura se encaminan hacia la zona de productos alimenticios. Bebidas, aceites, embutidos, quesos, vinos... el visitante va matando el tiempo y el apetito a cada paso con los productos que le ofrecen los representantes de las empresas y denominaciones de origen allí presentes. Y si todavía no fuese suficiente, como en cualquier feira que se precie, la comida ocupa un lugar de privilegio, así que entre nave y nave no faltaron los puestos de churrasco, pulpo y dulces para los que quieren echar el día en Silleda.

Encuentro familiar

Bien podría parecer que un evento de este tipo se podría enfocar hacia un segmento público concreto, pero lo que predominó durante estos días en la feria pontevedresa fueron las familias. Varios puestos hacían las delicias de los niños, que hacían cola para sacarse fotos con las aves de cetrería, escudriñaban con sus ojos curiosos las diferencias entre las vacas cachenas, vianesas o limiás. También se sorprendían con la curiosa disciplina de hacer esculturas en madera, sin más utensilio que una motosierra, para convertir un tronco en una lechuza, una ardilla o un pastor con su perro. Subiendo en edad, los ya adolescentes centraron su atención en los espectáculos de motor, como la exhibición de motos, o los stand de las Fuerzas Armadas, que les daban la opción de subirse a un caza de combate o a un vehículo de transporte militar.

Y en esta oda a lo autóctono no faltó tampoco el componente de modernidad, puesto tanto por la alta tecnología de algunos expositores como en los espectáculos de showcooking con productos de la tierra.

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